{"title":"局部前列腺癌的治疗","authors":"C. Manceau , J.-B. Beauval","doi":"10.1016/S1761-3310(21)45729-4","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>El cáncer de próstata es el cáncer más frecuente en los varones. Existen varias formas de cáncer de próstata con diferentes estadios de gravedad y niveles de agresividad. Su pronóstico es muy variable y a menudo permanece indolente en un estadio temprano; no obstante, cada año causa más de 8.000 muertes. Su evolución, más o menos larga, se caracteriza por recorrer diferentes estadios: el estadio localizado, en el que la proliferación tumoral se limita a la próstata y no sobrepasa los márgenes de la cápsula; el estadio localmente avanzado, en el que la proliferación tumoral alcanza el límite de la próstata y afecta a las regiones anexas próximas, y el estadio metastásico, en el que las células neoplásicas se extienden a los ganglios linfáticos a distancia y a otros órganos. Los diferentes estadios clínicos del cáncer de próstata se describen en la clasificación TNM (tumor, ganglios <em>[node]</em>, metástasis) de 2016. Esta clasificación constituye la base de la decisión terapéutica. A la clasificación, se le añade el «grado», que caracteriza la «agresividad tumoral». Varios grupos pronósticos (D’Amico, Capra) basados en estos elementos (PSA [antígeno prostático específico], tacto rectal, TNM, grado y actualmente las técnicas de imagen, dominadas por la RM [resonancia magnética]) permiten el tratamiento adecuado de los pacientes según el estadio de la enfermedad. A partir del conocimiento de todos estos elementos, el tratamiento de las formas localizadas se enfrenta a un doble reto: conciliar la eficacia oncológica, es decir, en relación con la supervivencia, y respetar las funciones, el estado general y la calidad de vida de los pacientes (en particular con respecto a la micción y la erección).</p></div>","PeriodicalId":100462,"journal":{"name":"EMC - Urología","volume":"53 4","pages":"Pages 1-8"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2021-11-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Tratamiento del cáncer de próstata localizado\",\"authors\":\"C. Manceau , J.-B. Beauval\",\"doi\":\"10.1016/S1761-3310(21)45729-4\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"<div><p>El cáncer de próstata es el cáncer más frecuente en los varones. Existen varias formas de cáncer de próstata con diferentes estadios de gravedad y niveles de agresividad. 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El cáncer de próstata es el cáncer más frecuente en los varones. Existen varias formas de cáncer de próstata con diferentes estadios de gravedad y niveles de agresividad. Su pronóstico es muy variable y a menudo permanece indolente en un estadio temprano; no obstante, cada año causa más de 8.000 muertes. Su evolución, más o menos larga, se caracteriza por recorrer diferentes estadios: el estadio localizado, en el que la proliferación tumoral se limita a la próstata y no sobrepasa los márgenes de la cápsula; el estadio localmente avanzado, en el que la proliferación tumoral alcanza el límite de la próstata y afecta a las regiones anexas próximas, y el estadio metastásico, en el que las células neoplásicas se extienden a los ganglios linfáticos a distancia y a otros órganos. Los diferentes estadios clínicos del cáncer de próstata se describen en la clasificación TNM (tumor, ganglios [node], metástasis) de 2016. Esta clasificación constituye la base de la decisión terapéutica. A la clasificación, se le añade el «grado», que caracteriza la «agresividad tumoral». Varios grupos pronósticos (D’Amico, Capra) basados en estos elementos (PSA [antígeno prostático específico], tacto rectal, TNM, grado y actualmente las técnicas de imagen, dominadas por la RM [resonancia magnética]) permiten el tratamiento adecuado de los pacientes según el estadio de la enfermedad. A partir del conocimiento de todos estos elementos, el tratamiento de las formas localizadas se enfrenta a un doble reto: conciliar la eficacia oncológica, es decir, en relación con la supervivencia, y respetar las funciones, el estado general y la calidad de vida de los pacientes (en particular con respecto a la micción y la erección).