S. de Wouters MD, chirurgienne orthopédiste pédiatrique , M. Bouchard MD, MSc, Professeur adjoint de l’Université de Toronto, chirurgienne d’orthopédie pédiatrique , P.-L. Docquier MD, PhD, Professeur des Universités, chirurgien orthopédiste pédiatrique
{"title":"儿童足部畸形和先天性畸形","authors":"S. de Wouters MD, chirurgienne orthopédiste pédiatrique , M. Bouchard MD, MSc, Professeur adjoint de l’Université de Toronto, chirurgienne d’orthopédie pédiatrique , P.-L. Docquier MD, PhD, Professeur des Universités, chirurgien orthopédiste pédiatrique","doi":"10.1016/S1762-827X(21)45964-X","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>Las deformaciones del pie del recién nacido son comunes y una fuente de ansiedad para los padres. También son un motivo frecuente de consulta. Es importante que mediante una exploración física adecuada se puedan distinguir las malposiciones, a menudo benignas, de las malformaciones reales, que son más difíciles de tratar. Con frecuencia, cuando la deformación es totalmente reducible, se trata de una malposición, y cuando es irreducible, de una verdadera malformación. El diagnóstico puede hacerse a menudo sobre la base de la exploración física, sin necesidad de realizar más pruebas. En la gran mayoría de los casos, el pronóstico es muy bueno porque muchas de estas anomalías pueden corregirse por completo, ya sea de forma espontánea o después de una fase de rehabilitación. El médico debe ser capaz de describir las malposiciones y malformaciones, conocer su evolución y tranquilizar a las familias. Aunque es probable que algunas anomalías deban corregirse mediante cirugía, la intervención no se efectúa en el período neonatal temprano, independientemente del tipo de anomalía.</p></div>","PeriodicalId":100443,"journal":{"name":"EMC - Podología","volume":"24 1","pages":"Pages 1-11"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2022-02-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Malposiciones y malformaciones congénitas del pie del niño\",\"authors\":\"S. de Wouters MD, chirurgienne orthopédiste pédiatrique , M. Bouchard MD, MSc, Professeur adjoint de l’Université de Toronto, chirurgienne d’orthopédie pédiatrique , P.-L. Docquier MD, PhD, Professeur des Universités, chirurgien orthopédiste pédiatrique\",\"doi\":\"10.1016/S1762-827X(21)45964-X\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"<div><p>Las deformaciones del pie del recién nacido son comunes y una fuente de ansiedad para los padres. También son un motivo frecuente de consulta. Es importante que mediante una exploración física adecuada se puedan distinguir las malposiciones, a menudo benignas, de las malformaciones reales, que son más difíciles de tratar. Con frecuencia, cuando la deformación es totalmente reducible, se trata de una malposición, y cuando es irreducible, de una verdadera malformación. El diagnóstico puede hacerse a menudo sobre la base de la exploración física, sin necesidad de realizar más pruebas. En la gran mayoría de los casos, el pronóstico es muy bueno porque muchas de estas anomalías pueden corregirse por completo, ya sea de forma espontánea o después de una fase de rehabilitación. El médico debe ser capaz de describir las malposiciones y malformaciones, conocer su evolución y tranquilizar a las familias. Aunque es probable que algunas anomalías deban corregirse mediante cirugía, la intervención no se efectúa en el período neonatal temprano, independientemente del tipo de anomalía.</p></div>\",\"PeriodicalId\":100443,\"journal\":{\"name\":\"EMC - Podología\",\"volume\":\"24 1\",\"pages\":\"Pages 1-11\"},\"PeriodicalIF\":0.0000,\"publicationDate\":\"2022-02-01\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"EMC - Podología\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1762827X2145964X\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"\",\"JCRName\":\"\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Podología","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1762827X2145964X","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
Malposiciones y malformaciones congénitas del pie del niño
Las deformaciones del pie del recién nacido son comunes y una fuente de ansiedad para los padres. También son un motivo frecuente de consulta. Es importante que mediante una exploración física adecuada se puedan distinguir las malposiciones, a menudo benignas, de las malformaciones reales, que son más difíciles de tratar. Con frecuencia, cuando la deformación es totalmente reducible, se trata de una malposición, y cuando es irreducible, de una verdadera malformación. El diagnóstico puede hacerse a menudo sobre la base de la exploración física, sin necesidad de realizar más pruebas. En la gran mayoría de los casos, el pronóstico es muy bueno porque muchas de estas anomalías pueden corregirse por completo, ya sea de forma espontánea o después de una fase de rehabilitación. El médico debe ser capaz de describir las malposiciones y malformaciones, conocer su evolución y tranquilizar a las familias. Aunque es probable que algunas anomalías deban corregirse mediante cirugía, la intervención no se efectúa en el período neonatal temprano, independientemente del tipo de anomalía.