重症监护室70年专业的黄金资源

IF 0.1 Q4 PEDIATRICS
Lissa Samudio
{"title":"重症监护室70年专业的黄金资源","authors":"Lissa Samudio","doi":"10.31698/ped.50022023001","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"\"Es que se parten el pecho. O sea, que no nos conocen de nada. Es gente que de verdad te quiere salvar la vida\". Palabras con las que Antonio Resines, actor español, ganador de Premios Goya, define el trabajo de los profesionales de la salud que trabajan en la Terapia Intensiva. \nLa Terapia Intensiva como especialidad cumple 70 años. Este aniversario debe incluir celebración y recuerdos, pero también incertidumbre por el futuro. La especialidad de Cuidados Intensivos comenzó a mediados del siglo XX, cuando una niña danesa de 12 años, llamada Viví Ebert, sobrevivió a la insuficiencia respiratoria producida por la polio, gracias al anestesiólogo Björn Ibsen, quien la mantuvo viva con una máquina y técnicas nuevas: el PULMÓN DE ACERO. En nuestro país, la especialidad como tal, nace del trabajo de grandes maestros y pioneros, tanto en el área de adultos, como en la de los niños y los recién nacidos. Grandes intensivistas como Carlos Meilicke, Carlos Ortiz, Julio Apodaca, Jose Fusillo, Jorge Yubero, Jorge Querey (en el área de adultos) y Oscar Doldan, Hassel Jimmy Jiménez, Ida Esquivel, Aida Galeano, Oscar Franco, Pio Alfieri, Oscar Merlo (en el área de niños y recién nacidos), dieron este impulso inicial que no se detuvo hasta la actualidad. \n Dentro del concepto del aumento de la expectativa de vida humana promedio, la medicina de cuidados intensivos se ha convertido en un nexo para la atención de alta complejidad, y algo de lo que ya hoy, la sociedad no puede prescindir. Tenemos aún un largo camino por recorrer, pero los miles de logros obtenidos en estos años se traducen en una mayor sobrevida de pacientes, con eventos que, en el pasado, eran mortales. Estos avances comenzaron con el abordaje de la atención en la unidad de cuidados intensivos (UCI), luego se prolongaron a los cuidados y el rescate de pacientes fuera de la UCI, y ya hoy miramos al presente y futuro, generando estrategias para recuperación posterior a la UCI. Además, gracias al COVID, la medicina de cuidados intensivos ahora tiene una especie de perfil público, abriendo a la comunidad en general este mundo oculto tras monitores y respiradores(1). \nEl problema que desnudo la Pandemia de COVID es la presencia de otra pandemia. Y no me refiero a un germen emergente (o reemergente), sino a un contagio emocional que resulta en niveles récord de huelgas y desencanto del personal que trabaja en la UCI. La RESIGNACIÓN es una realidad en todo el sentido de la palabra, así como lo es el concepto de RENUNCIAR. Siempre existió la rotación de personal, agotamiento y descontento en el cuidado de la salud de pacientes críticos, pero nunca hasta este punto(2). \nAunque el conocimiento y los avances hoy más que nunca, nos lleva a tratar cada vez mejor las enfermedades críticas, cada vez tenemos menos personas para aplicar estos conocimientos. Muchos somos testigos de un éxodo de nuestras filas, hacia especialidades menos intensas. Muchos trabajadores de la salud del área de Cuidados Intensivos se están jubilando, solicitan su traslado o simplemente renuncian a grupos de trabajo ya reducidos muchas veces. ¿Y quién puede culparlos? Pocos ya hoy aplican a una Bolsa de trabajo que incluye como oferta: \"Guardias Diurnas o Nocturnas, de lunes a viernes y/o fines de semana, quejas por falta de insumos o medicamentos o equipos o estudios complementarios, burocracia extrema para lograr cualquiera de las anteriores, disputas por mejoras salariales y llamadas telefónicas de súplica, de parte de los jefes, para hacer coberturas durante su tiempo libre con promesas de compensaciones\"(3). \nMientras luchamos por dotar de personal a las camas habilitadas, algunos gobiernos exigen una expansión sin tener en cuenta el nodo principal: EL RECURSO HUMANO. Normalmente estaríamos contentos de aumentar el número de camas. Más que cualquiera, los intensivistas sabemos que existe la necesidad, queremos adelantarnos a la próxima catástrofe, y queremos ayudar a tantos como sea posible. Pero ¿dónde está el RECURSO HUMANO? Dicho de otra forma, LAS CAMAS DE TERAPIA NO TRATAN A LOS PACIENTES: LAS PERSONAS SON LAS QUE TRATAN A LOS PACIENTES(4). \nLas máquinas y los recursos son impresionantes en cuanto a los avances, pero la herramienta más poderosa de la UCI es, y probablemente siempre lo será, el PERSONAL CAPACITADO, que trabaja en equipos con experiencia en las diferentes patologías, con personas que enseñan y transmiten el arte y el conocimiento de la atención de pacientes críticos. En otras palabras, la formación de equipos de trabajo de alta eficiencia y eficacia toma tiempo y necesitan ser nutridos en todo sentido. Atraer, pero especialmente retener, a los trabajadores de la salud capacitados en medicina crítica, es mucho más difícil que aumentar el número de camas, comprar más equipos o más insumos o más medicamentos(5). \nDebemos eliminar ese concepto erróneo de que puede entrar a trabajar cualquier enfermera (o médico) a la UCI. Es un área altamente especializada y requiere una formación profunda, una larga experiencia y sobre todo y quizá lo más esencial: una personalidad adecuada. Se requieren años para crear equipos, pero solo días o semanas de maltrato para perderlos. Al igual que una pandemia que nos afectó, esta crisis de RECURSOS HUMANOS en UCI necesita una amplia cooperación de todos los sectores y un pensamiento amplio al buscar las soluciones. No podemos simplemente contratar a trabajadores temporales, o seguir exprimiendo más a los pocos que quedan. A medida que la atención médica se vuelve más especializada, también se vuelve imprescindible que las habilidades y las competencias   del personal que trabaja en las UCI se oriente en ese mismo sentido. \nYa a esta altura del siglo, una pandemia de COVID después, y cursando una de las peores epidemias de ARBOVIROSIS que conoció el país, los nervios y la paciencia de muchos están desgastados. Por lo tanto, comencemos a mirar holísticamente las soluciones: involucremos a todos los profesionales especialistas, que trabajan en la UCI; tengamos un diálogo a nivel nacional y no solo esfuerzos parciales y segmentados(6). Hasta ahora, pareciera que el único plan se centra en cazar trabajadores de la salud sin mucha carga laboral, de otras áreas, solo para llenar las plazas y no con la visión real del desarrollo de la especialidad. Esto no ayuda a resolver el problema de fondo y lo único que genera es resentimiento, en aquellos lugares que quedaron con menos dotación de personal, y resentimiento en el personal de la casa, si se atrae nuevo personal con beneficios más altos que los que se quedaron. Es hora de una discusión más profunda sobre cómo se nutre, se crea, se mantiene, y se remunera al personal de Cuidados Intensivos, y sobre todo, cómo se los valora.","PeriodicalId":40927,"journal":{"name":"Pediatria-Asuncion","volume":" ","pages":""},"PeriodicalIF":0.1000,"publicationDate":"2023-08-31","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"El recurso de oro de la Unidad de Cuidados Intensivos a 70 años de la especialidad\",\"authors\":\"Lissa Samudio\",\"doi\":\"10.31698/ped.50022023001\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"\\\"Es que se parten el pecho. O sea, que no nos conocen de nada. Es gente que de verdad te quiere salvar la vida\\\". Palabras con las que Antonio Resines, actor español, ganador de Premios Goya, define el trabajo de los profesionales de la salud que trabajan en la Terapia Intensiva. \\nLa Terapia Intensiva como especialidad cumple 70 años. 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Es un área altamente especializada y requiere una formación profunda, una larga experiencia y sobre todo y quizá lo más esencial: una personalidad adecuada. Se requieren años para crear equipos, pero solo días o semanas de maltrato para perderlos. Al igual que una pandemia que nos afectó, esta crisis de RECURSOS HUMANOS en UCI necesita una amplia cooperación de todos los sectores y un pensamiento amplio al buscar las soluciones. No podemos simplemente contratar a trabajadores temporales, o seguir exprimiendo más a los pocos que quedan. A medida que la atención médica se vuelve más especializada, también se vuelve imprescindible que las habilidades y las competencias   del personal que trabaja en las UCI se oriente en ese mismo sentido. \\nYa a esta altura del siglo, una pandemia de COVID después, y cursando una de las peores epidemias de ARBOVIROSIS que conoció el país, los nervios y la paciencia de muchos están desgastados. 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摘要

这是一个高度专业化的领域,需要深入的培训、长期的经验,最重要的是,也许是最基本的:适当的个性。建立团队需要多年的时间,但失去团队只需要几天或几周的虐待。就像一场影响我们的大流行一样,重症监护室的这场人力资源危机在寻求解决方案时需要所有部门的广泛合作和广泛思考。我们不能简单地雇用临时工,也不能继续挤压剩下的少数人。随着医疗保健变得更加专业化,在重症监护室工作的人员的技能和能力也必须朝着同样的方向发展。早在本世纪之交,也就是后来的新冠疫情,也是该国已知的最严重的虫媒病毒疫情之一,许多人的神经和耐心就已经耗尽了。因此,让我们开始整体看待解决方案:让所有在重症监护室工作的专业人员参与进来;让我们在国家一级进行对话,而不仅仅是部分和分段的努力(6)。到目前为止,唯一的计划似乎是在没有太多工作负担的情况下猎杀来自其他地区的卫生工作者,只是为了填补职位,而不是对专业发展的真正愿景。这无助于解决实质性问题,它只会在人员较少的地方产生怨恨,如果吸引的新员工的福利高于留下的员工,则会在家里的员工中产生怨恨。现在是时候深入讨论重症监护人员是如何得到滋养、创造、维持和报酬的,最重要的是,他们是如何受到重视的。
本文章由计算机程序翻译,如有差异,请以英文原文为准。
El recurso de oro de la Unidad de Cuidados Intensivos a 70 años de la especialidad
"Es que se parten el pecho. O sea, que no nos conocen de nada. Es gente que de verdad te quiere salvar la vida". Palabras con las que Antonio Resines, actor español, ganador de Premios Goya, define el trabajo de los profesionales de la salud que trabajan en la Terapia Intensiva. La Terapia Intensiva como especialidad cumple 70 años. Este aniversario debe incluir celebración y recuerdos, pero también incertidumbre por el futuro. La especialidad de Cuidados Intensivos comenzó a mediados del siglo XX, cuando una niña danesa de 12 años, llamada Viví Ebert, sobrevivió a la insuficiencia respiratoria producida por la polio, gracias al anestesiólogo Björn Ibsen, quien la mantuvo viva con una máquina y técnicas nuevas: el PULMÓN DE ACERO. En nuestro país, la especialidad como tal, nace del trabajo de grandes maestros y pioneros, tanto en el área de adultos, como en la de los niños y los recién nacidos. Grandes intensivistas como Carlos Meilicke, Carlos Ortiz, Julio Apodaca, Jose Fusillo, Jorge Yubero, Jorge Querey (en el área de adultos) y Oscar Doldan, Hassel Jimmy Jiménez, Ida Esquivel, Aida Galeano, Oscar Franco, Pio Alfieri, Oscar Merlo (en el área de niños y recién nacidos), dieron este impulso inicial que no se detuvo hasta la actualidad.  Dentro del concepto del aumento de la expectativa de vida humana promedio, la medicina de cuidados intensivos se ha convertido en un nexo para la atención de alta complejidad, y algo de lo que ya hoy, la sociedad no puede prescindir. Tenemos aún un largo camino por recorrer, pero los miles de logros obtenidos en estos años se traducen en una mayor sobrevida de pacientes, con eventos que, en el pasado, eran mortales. Estos avances comenzaron con el abordaje de la atención en la unidad de cuidados intensivos (UCI), luego se prolongaron a los cuidados y el rescate de pacientes fuera de la UCI, y ya hoy miramos al presente y futuro, generando estrategias para recuperación posterior a la UCI. Además, gracias al COVID, la medicina de cuidados intensivos ahora tiene una especie de perfil público, abriendo a la comunidad en general este mundo oculto tras monitores y respiradores(1). El problema que desnudo la Pandemia de COVID es la presencia de otra pandemia. Y no me refiero a un germen emergente (o reemergente), sino a un contagio emocional que resulta en niveles récord de huelgas y desencanto del personal que trabaja en la UCI. La RESIGNACIÓN es una realidad en todo el sentido de la palabra, así como lo es el concepto de RENUNCIAR. Siempre existió la rotación de personal, agotamiento y descontento en el cuidado de la salud de pacientes críticos, pero nunca hasta este punto(2). Aunque el conocimiento y los avances hoy más que nunca, nos lleva a tratar cada vez mejor las enfermedades críticas, cada vez tenemos menos personas para aplicar estos conocimientos. Muchos somos testigos de un éxodo de nuestras filas, hacia especialidades menos intensas. Muchos trabajadores de la salud del área de Cuidados Intensivos se están jubilando, solicitan su traslado o simplemente renuncian a grupos de trabajo ya reducidos muchas veces. ¿Y quién puede culparlos? Pocos ya hoy aplican a una Bolsa de trabajo que incluye como oferta: "Guardias Diurnas o Nocturnas, de lunes a viernes y/o fines de semana, quejas por falta de insumos o medicamentos o equipos o estudios complementarios, burocracia extrema para lograr cualquiera de las anteriores, disputas por mejoras salariales y llamadas telefónicas de súplica, de parte de los jefes, para hacer coberturas durante su tiempo libre con promesas de compensaciones"(3). Mientras luchamos por dotar de personal a las camas habilitadas, algunos gobiernos exigen una expansión sin tener en cuenta el nodo principal: EL RECURSO HUMANO. Normalmente estaríamos contentos de aumentar el número de camas. Más que cualquiera, los intensivistas sabemos que existe la necesidad, queremos adelantarnos a la próxima catástrofe, y queremos ayudar a tantos como sea posible. Pero ¿dónde está el RECURSO HUMANO? Dicho de otra forma, LAS CAMAS DE TERAPIA NO TRATAN A LOS PACIENTES: LAS PERSONAS SON LAS QUE TRATAN A LOS PACIENTES(4). Las máquinas y los recursos son impresionantes en cuanto a los avances, pero la herramienta más poderosa de la UCI es, y probablemente siempre lo será, el PERSONAL CAPACITADO, que trabaja en equipos con experiencia en las diferentes patologías, con personas que enseñan y transmiten el arte y el conocimiento de la atención de pacientes críticos. En otras palabras, la formación de equipos de trabajo de alta eficiencia y eficacia toma tiempo y necesitan ser nutridos en todo sentido. Atraer, pero especialmente retener, a los trabajadores de la salud capacitados en medicina crítica, es mucho más difícil que aumentar el número de camas, comprar más equipos o más insumos o más medicamentos(5). Debemos eliminar ese concepto erróneo de que puede entrar a trabajar cualquier enfermera (o médico) a la UCI. Es un área altamente especializada y requiere una formación profunda, una larga experiencia y sobre todo y quizá lo más esencial: una personalidad adecuada. Se requieren años para crear equipos, pero solo días o semanas de maltrato para perderlos. Al igual que una pandemia que nos afectó, esta crisis de RECURSOS HUMANOS en UCI necesita una amplia cooperación de todos los sectores y un pensamiento amplio al buscar las soluciones. No podemos simplemente contratar a trabajadores temporales, o seguir exprimiendo más a los pocos que quedan. A medida que la atención médica se vuelve más especializada, también se vuelve imprescindible que las habilidades y las competencias   del personal que trabaja en las UCI se oriente en ese mismo sentido. Ya a esta altura del siglo, una pandemia de COVID después, y cursando una de las peores epidemias de ARBOVIROSIS que conoció el país, los nervios y la paciencia de muchos están desgastados. Por lo tanto, comencemos a mirar holísticamente las soluciones: involucremos a todos los profesionales especialistas, que trabajan en la UCI; tengamos un diálogo a nivel nacional y no solo esfuerzos parciales y segmentados(6). Hasta ahora, pareciera que el único plan se centra en cazar trabajadores de la salud sin mucha carga laboral, de otras áreas, solo para llenar las plazas y no con la visión real del desarrollo de la especialidad. Esto no ayuda a resolver el problema de fondo y lo único que genera es resentimiento, en aquellos lugares que quedaron con menos dotación de personal, y resentimiento en el personal de la casa, si se atrae nuevo personal con beneficios más altos que los que se quedaron. Es hora de una discusión más profunda sobre cómo se nutre, se crea, se mantiene, y se remunera al personal de Cuidados Intensivos, y sobre todo, cómo se los valora.
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