{"title":"正义是美德","authors":"Màrius Morlans Molina","doi":"10.30860/0106","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El pensamiento bioético ha introducido dos principios éticos esenciales: el respeto por las personas y la justicia. \nEl principio de respeto ha transformado la relación clínica y la investigación en salud, asegurando el consentimiento informado y protegiendo los derechos de los participantes en investigaciones biomédicas. En España, la reciente ley sobre eutanasia refuerza la autonomía individual en decisiones sobre la propia vida y salud. Sin embargo, mientras el principio de respeto es tangible y directamente experimentado por los ciudadanos, la justicia es percibida como abstracta y distante. \nLa justicia, descrita por Diego Gracia, se desglosa en: justificación del proyecto vital (perfección personal), valor social compartido (respeto a los proyectos de vida ajenos), elaboración teórica (diferentes tipos de justicia: distributiva, retributiva, conmutativa), y experiencia práctica (aplicación de teorías a la realidad y justicia como virtud). \nAristóteles considera la justicia como la virtud suprema, esencial para la eudaimonía o felicidad, ya que incluye y requiere todas las otras virtudes. La justicia se manifiesta en la convivencia y se hace concreta en la conducta ejemplar de individuos que promueven el bien común. En las relaciones personales y sociales, la justicia equitativa y la dignidad son cruciales, aunque a menudo la justicia queda en un plano más abstracto comparado con el respeto y la autonomía. \nLa justicia debe integrarse en la vida cotidiana y en el comportamiento personal como virtud, promoviendo un trato justo y equitativo en la sociedad. Así, dignidad y justicia se entrelazan como fundamentos de una vida moral y socialmente valiosa.","PeriodicalId":103134,"journal":{"name":"Folia Humanística","volume":"12 16","pages":""},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2024-07-22","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"justicia como virtud\",\"authors\":\"Màrius Morlans Molina\",\"doi\":\"10.30860/0106\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"El pensamiento bioético ha introducido dos principios éticos esenciales: el respeto por las personas y la justicia. \\nEl principio de respeto ha transformado la relación clínica y la investigación en salud, asegurando el consentimiento informado y protegiendo los derechos de los participantes en investigaciones biomédicas. En España, la reciente ley sobre eutanasia refuerza la autonomía individual en decisiones sobre la propia vida y salud. Sin embargo, mientras el principio de respeto es tangible y directamente experimentado por los ciudadanos, la justicia es percibida como abstracta y distante. \\nLa justicia, descrita por Diego Gracia, se desglosa en: justificación del proyecto vital (perfección personal), valor social compartido (respeto a los proyectos de vida ajenos), elaboración teórica (diferentes tipos de justicia: distributiva, retributiva, conmutativa), y experiencia práctica (aplicación de teorías a la realidad y justicia como virtud). \\nAristóteles considera la justicia como la virtud suprema, esencial para la eudaimonía o felicidad, ya que incluye y requiere todas las otras virtudes. La justicia se manifiesta en la convivencia y se hace concreta en la conducta ejemplar de individuos que promueven el bien común. En las relaciones personales y sociales, la justicia equitativa y la dignidad son cruciales, aunque a menudo la justicia queda en un plano más abstracto comparado con el respeto y la autonomía. \\nLa justicia debe integrarse en la vida cotidiana y en el comportamiento personal como virtud, promoviendo un trato justo y equitativo en la sociedad. Así, dignidad y justicia se entrelazan como fundamentos de una vida moral y socialmente valiosa.\",\"PeriodicalId\":103134,\"journal\":{\"name\":\"Folia Humanística\",\"volume\":\"12 16\",\"pages\":\"\"},\"PeriodicalIF\":0.0000,\"publicationDate\":\"2024-07-22\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"Folia Humanística\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://doi.org/10.30860/0106\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"\",\"JCRName\":\"\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Folia Humanística","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.30860/0106","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
El pensamiento bioético ha introducido dos principios éticos esenciales: el respeto por las personas y la justicia.
El principio de respeto ha transformado la relación clínica y la investigación en salud, asegurando el consentimiento informado y protegiendo los derechos de los participantes en investigaciones biomédicas. En España, la reciente ley sobre eutanasia refuerza la autonomía individual en decisiones sobre la propia vida y salud. Sin embargo, mientras el principio de respeto es tangible y directamente experimentado por los ciudadanos, la justicia es percibida como abstracta y distante.
La justicia, descrita por Diego Gracia, se desglosa en: justificación del proyecto vital (perfección personal), valor social compartido (respeto a los proyectos de vida ajenos), elaboración teórica (diferentes tipos de justicia: distributiva, retributiva, conmutativa), y experiencia práctica (aplicación de teorías a la realidad y justicia como virtud).
Aristóteles considera la justicia como la virtud suprema, esencial para la eudaimonía o felicidad, ya que incluye y requiere todas las otras virtudes. La justicia se manifiesta en la convivencia y se hace concreta en la conducta ejemplar de individuos que promueven el bien común. En las relaciones personales y sociales, la justicia equitativa y la dignidad son cruciales, aunque a menudo la justicia queda en un plano más abstracto comparado con el respeto y la autonomía.
La justicia debe integrarse en la vida cotidiana y en el comportamiento personal como virtud, promoviendo un trato justo y equitativo en la sociedad. Así, dignidad y justicia se entrelazan como fundamentos de una vida moral y socialmente valiosa.