从感受和思考到理解和教化

Julio César Arboleda
{"title":"从感受和思考到理解和教化","authors":"Julio César Arboleda","doi":"10.36260/rbr.v13i4.2120","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Hay evidencias científicas de que la compasión se puede entrenar a través de la meditación.  El cerebro es un órgano maleable. Y si vamos a un gimnasio para entrenar nuestro cuerpo, ¿por qué no habríamos de entrenar también nuestro espíritu? \nBregman , Rutger. \n  \nTodos estamos dentro del pluriverso, entendido como mundo de mundos, una serie de entramados siempre cambiantes de humanos y no humanos, los cuales resultan del movimiento incesante de las fuerzas y los procesos vitales de la Tierra. (…) Ningún ser viviente existe de modo independiente en la tierra. (…) El punto es que uno de estos mundos se ha atribuido el derecho de ser “el mundo” e intenta eliminar o reducir a sus términos la riqueza de los diferentes mundos que componen la vida socionatural. \nArturo Escobar \n  \nSentipensar, expresión popular, ancestral, pone de manifiesto nuestro vínculo entrañable con la naturaleza, una forma de apreciar y asumir la existencia y la vida como complejo entremezclado de humanos y no humanos; una estética de vida por la cual los humanos crecemos en tanto pensamos con la mente y el corazón, sentipensamos la existencia, la tierra, la vida, lo que nos une y hace parte de esta. La conciencia sentipensante representa una tarea inaplazable por parte de las instituciones sociales, ahí la educación, sobre todo si esta promueve que tal potencial madure como conciencia comprensivo edificante en virtud de la cual las comprensiones se usen con sentido de vida, nos conecten con nuestro ser, permitan que aflore en nosotros “la profunda inclinación del hombre hacia el bien”[1]. Sentipensar es un paso necesario para la comprensión edificante, como lo es la empatía respecto a la compasión: este último sentimiento no solo nos conecta con el otro (humano) o lo otro (no humano), sino que además nos mueve a su acogimiento, a su atención y cuidado. \nFortalecer el matrimonio pensamiento y sentimiento como funciones interconectadas e interdependientes constituye un proceso edificante, sustantivo para potenciar vida, un detonante de presencialidad, es decir de conciencia actuante de vida, que hace posible sentir-se y saber-se habitando el aquí y ahora. Entre más se soslaye el valor y desarrollo individual y relacional de aquellas, de la formación de pensamientos múltiples (lógico, creativo, innovador, de diseño, comprensivo, entre otros), así como la promocion de sentimientos, valores y actitudes que engrandecen la existencia, la educación se descentra de la vida, de su ser, de sus funciones primadas, de su sentido sacro. La función de educar se asume al favorecer el desarrollo de conciencia plena, cognitiva, comprensiva, meditativa, contemplativa, corporal y demás, y de procesos que articulen equipajes racionales y no racionales, cognitivos y afectivos. \nDe  ahí la importancia del desarrollo y conexión entre pensamiento y sentimiento, de vivir el  acontencimiento de sentir pensando y pensar sintiendo. Pues hay situaciones de la vida en las que pensar no es suficiente, y en las que tampoco podemos entregarnos al impulso de los sentimientos y las emociones; eventos en los cuales debe operar el sentipensar. Asi mismo, hay otros  en los cuales es más enriquecedor solo contemplar, meditar y observar. \nEn todo caso, abandonarnos al pensamiento ensimismado tendrá consecuencias como coexistentes, tanto como el predominio de las emociones y los sentimientos. Conducirse a sí mismo pasa por la disposición y capacidad para conectar pensamiento y sentimiento, y por ganar experiencia en el control o permisión de estas funciones psíquicas. Una actitud tal amplía las comprensiones y permite evolucionar desde las comprensiones más simples como la cognición a las más complejas como la crítica, intersubjetiva y edificante, y desde la soberanía o dominio de sí y para sí, a la soberanía vinculante, ótrica, empática y compasiva con el otro y lo otro, con la vida integrada. \nSegún lo hemos expresado en otros espacios, el pensamiento representa un potencial mental por el cual elaboramos representaciones, operaciones y estrategias para proceder de mejor modo en las actividades y situaciones que plantea la existencia y la vida. Es preciso desarrollar pensamiento plural: creativo, lateral, lógico, investigativo, lingüístico, matemático, entre otros. Igualmente la inteligencia, potencial que, según el impulso que hagamos del mismo, nos permite asumir un evento con mayor rapidez, habilidad y precisión; es deseable, del mismo modo, desarrollar inteligencias múltiples. En este tópico, alguien puede ser muy inteligente pero poseer bajo potencial de pensamiento, y recíprocamente. \n  \nTrenzadas, tales funciones mentales constituyen un complejo poderoso para la vida personal, social y planetaria; por ejemplo, las matemáticas pueden ser más útiles  o poderosas cuando se  desarrolla inteligencia matemática con pensamiento plural, no sólo lógico. Así mismo, cuando el pensamiento constituye el motor de la inteligencia lingüística o de otra naturaleza. En cuanlquier caso la sentipensancia es siempre riqueza, al menos personal, aún si un proceso asumido en la cotidianidad nos resulta insuficiente o abortivo; ahí no debe poder haber derrota ni fracaso ni frustración, pues la experiencia sentipensante, que incluye vivir de ese modo el paso a paso, es ya una manifestación de presencialidad. \n  \nPor su parte, el sentimiento representa un estado (de tristeza, alegría, dolor, angustia y demás) o afectación que se puede producir  al experimentar una emoción. Como se sabe, las emociones son reacciones físicas o psíquicas frente a un estímulo que nos puede marcar, por ejemplo vivir sentimientos de tristeza o derrota por una pérdida: estos se pueden morigerar en parte por intervención del pensamiento y la inteligencia. Sentir o percibir algo por los sentidos constituye una experiencia elevada si se procesa cognitivamente, mejor usando el pensamiento, en particular un pensamiento comprensivo; igual si se desarrolla la sensibilidad social, acompañando el sentimiento de pensamiento, comprensión y acción para enfrentar el dolor que nos causa la agresión a la vida, la exclusión, el egoísmo, el maltrato, las desigualdades e injusticias. Interrelacionar funciones psíquicas racionales y no racionales se podría traducir en mejores oportunidades para vivir y cultivar vida. \nLa consciencia y actitud sentipensante son potenciales evolutivos, que nos mueven a tejer vida. Sin estos seguimos a merced de la exclusión multidimensional, es decir del dominio del ego, y hacemos de las dotaciones afectivas, actitudinales  e intelectuales (ahí la comprensión, la innovación, la creatividad, entre otros), un tributo  más para  intereses particulares que comunes o de la vida entrelazada. Tales fuerzas despertarían al lobo bueno que los seres humanos podríamos llevar por dentro, lo mejor en lugar de lo peor o destejedor de vida de cada uno. Pueden traducirse en sensibilidad social y planetaria: una intelectualidad sentiente no parece forjarse por fuera del matrimonio sentipensante, por fuera del uso interrelacionado de pensamiento -- entre otros,  analítico, crítico, de diseño y creativo --, y disposiciones y sentimientos.  No es igual la innovación sentipensante que aquella sustentada en el pensamiento o en el mero deseo de innovar; la innovación para el consumo riñe con la innovación para la vida, pues esta última precisa de sensibilidad planetaria, de sentipensamiento, de presencialidad, de fortalezas donde el pensamiento involucra el sentimiento y la emoción, y recíprocamente. \nEl sentipensar potencia procesos relevantes en la existencia como la conciencia comprensiva, en  particular las comprensiones cognitiva, intersubjetiva, crítica y edificante. El fenómeno comprensivo precisa de procesos intelectuales en torno al suceso o asunto que se aborde, tanto como de comprensiones previas y motivación intrínseca, sentir el deseo de conocer y procesar el conocimiento o evento a esclarecer, así como de escenarios para el uso de estas adquisiciones. La fuerza comprensiva, en cualquiera forma o modo de comprensión, está asociada a la sinapsis sentipensante. Podría decirse que el grado de comprensión es directamente proporcional al grado de sentipensancia: la comprensión enactuante de estilos edificantes de vida precisa de un sentipensamiento que provoque actuaciones tejedoras de existencia compartida. Veamos. \nLa comprensión cognitiva, entendida como el plexo de fortalezas racionales y no racionales para esclarecer un enunciado, concepto o fenómeno, supone la intervención de operaciones mentales del tipo razonamiento, análisis, síntesis y demás, y de habilidades de inteligencia para acompañar estas, tanto como otras de orden afectivo, ahí las emociones, los sentimientos y las disposiciones.  Sentir, deconstruir y contextualizar, vivir experiencias de apropiación, generación, aplicación y uso, son procesos inherentes a la comprensión. Nadie comprende algo si no lo procesa cognitiva y afectivamente, si no refina luces comprensivas en la experiencia, sino involucra, mejor, conjuga funciones racionales y no racionales como pensar, sentir y actuar. Así, comprender un texto pasa por el uso de operaciones y estrategias cognitivas y discursivas, de coherencia y cohesión que convocan al pensamiento, la inteligencia,  la afectividad, la acción o experiencia de uso, aplicación y refinamiento de comprensiones alcanzadas. Porque toda comprensión enactúa, según se manifiesta más adelante. \n  \nLa comprensión intersubjetiva es más que un fenómeno intelectual, no es posible sin el pensamiento y el sentimiento o impulso visceral que nos mueve a edificar, a cuidar del otro, del mundo humano. Para cultivar al otro y cultivar vida no basta con pensar y querer hacerlo bien, hay que sentir al otro como parte de la vida, y dejarse llevar por sentimientos edificantes, por el deseo de acoger, de asumir al otro como coexistente decoroso, necesitado de mi; es la ley de la existencia integrada, pues en la evolución todos nos necesitamos, de modo q","PeriodicalId":325465,"journal":{"name":"Revista Boletín Redipe","volume":null,"pages":null},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2024-04-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Del Sentir y Pensar al Comprender y Edificar\",\"authors\":\"Julio César Arboleda\",\"doi\":\"10.36260/rbr.v13i4.2120\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"Hay evidencias científicas de que la compasión se puede entrenar a través de la meditación.  El cerebro es un órgano maleable. 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(…) El punto es que uno de estos mundos se ha atribuido el derecho de ser “el mundo” e intenta eliminar o reducir a sus términos la riqueza de los diferentes mundos que componen la vida socionatural. \\nArturo Escobar \\n  \\nSentipensar, expresión popular, ancestral, pone de manifiesto nuestro vínculo entrañable con la naturaleza, una forma de apreciar y asumir la existencia y la vida como complejo entremezclado de humanos y no humanos; una estética de vida por la cual los humanos crecemos en tanto pensamos con la mente y el corazón, sentipensamos la existencia, la tierra, la vida, lo que nos une y hace parte de esta. La conciencia sentipensante representa una tarea inaplazable por parte de las instituciones sociales, ahí la educación, sobre todo si esta promueve que tal potencial madure como conciencia comprensivo edificante en virtud de la cual las comprensiones se usen con sentido de vida, nos conecten con nuestro ser, permitan que aflore en nosotros “la profunda inclinación del hombre hacia el bien”[1]. Sentipensar es un paso necesario para la comprensión edificante, como lo es la empatía respecto a la compasión: este último sentimiento no solo nos conecta con el otro (humano) o lo otro (no humano), sino que además nos mueve a su acogimiento, a su atención y cuidado. \\nFortalecer el matrimonio pensamiento y sentimiento como funciones interconectadas e interdependientes constituye un proceso edificante, sustantivo para potenciar vida, un detonante de presencialidad, es decir de conciencia actuante de vida, que hace posible sentir-se y saber-se habitando el aquí y ahora. Entre más se soslaye el valor y desarrollo individual y relacional de aquellas, de la formación de pensamientos múltiples (lógico, creativo, innovador, de diseño, comprensivo, entre otros), así como la promocion de sentimientos, valores y actitudes que engrandecen la existencia, la educación se descentra de la vida, de su ser, de sus funciones primadas, de su sentido sacro. La función de educar se asume al favorecer el desarrollo de conciencia plena, cognitiva, comprensiva, meditativa, contemplativa, corporal y demás, y de procesos que articulen equipajes racionales y no racionales, cognitivos y afectivos. \\nDe  ahí la importancia del desarrollo y conexión entre pensamiento y sentimiento, de vivir el  acontencimiento de sentir pensando y pensar sintiendo. Pues hay situaciones de la vida en las que pensar no es suficiente, y en las que tampoco podemos entregarnos al impulso de los sentimientos y las emociones; eventos en los cuales debe operar el sentipensar. Asi mismo, hay otros  en los cuales es más enriquecedor solo contemplar, meditar y observar. \\nEn todo caso, abandonarnos al pensamiento ensimismado tendrá consecuencias como coexistentes, tanto como el predominio de las emociones y los sentimientos. Conducirse a sí mismo pasa por la disposición y capacidad para conectar pensamiento y sentimiento, y por ganar experiencia en el control o permisión de estas funciones psíquicas. Una actitud tal amplía las comprensiones y permite evolucionar desde las comprensiones más simples como la cognición a las más complejas como la crítica, intersubjetiva y edificante, y desde la soberanía o dominio de sí y para sí, a la soberanía vinculante, ótrica, empática y compasiva con el otro y lo otro, con la vida integrada. \\nSegún lo hemos expresado en otros espacios, el pensamiento representa un potencial mental por el cual elaboramos representaciones, operaciones y estrategias para proceder de mejor modo en las actividades y situaciones que plantea la existencia y la vida. Es preciso desarrollar pensamiento plural: creativo, lateral, lógico, investigativo, lingüístico, matemático, entre otros. Igualmente la inteligencia, potencial que, según el impulso que hagamos del mismo, nos permite asumir un evento con mayor rapidez, habilidad y precisión; es deseable, del mismo modo, desarrollar inteligencias múltiples. En este tópico, alguien puede ser muy inteligente pero poseer bajo potencial de pensamiento, y recíprocamente. \\n  \\nTrenzadas, tales funciones mentales constituyen un complejo poderoso para la vida personal, social y planetaria; por ejemplo, las matemáticas pueden ser más útiles  o poderosas cuando se  desarrolla inteligencia matemática con pensamiento plural, no sólo lógico. Así mismo, cuando el pensamiento constituye el motor de la inteligencia lingüística o de otra naturaleza. En cuanlquier caso la sentipensancia es siempre riqueza, al menos personal, aún si un proceso asumido en la cotidianidad nos resulta insuficiente o abortivo; ahí no debe poder haber derrota ni fracaso ni frustración, pues la experiencia sentipensante, que incluye vivir de ese modo el paso a paso, es ya una manifestación de presencialidad. \\n  \\nPor su parte, el sentimiento representa un estado (de tristeza, alegría, dolor, angustia y demás) o afectación que se puede producir  al experimentar una emoción. Como se sabe, las emociones son reacciones físicas o psíquicas frente a un estímulo que nos puede marcar, por ejemplo vivir sentimientos de tristeza o derrota por una pérdida: estos se pueden morigerar en parte por intervención del pensamiento y la inteligencia. Sentir o percibir algo por los sentidos constituye una experiencia elevada si se procesa cognitivamente, mejor usando el pensamiento, en particular un pensamiento comprensivo; igual si se desarrolla la sensibilidad social, acompañando el sentimiento de pensamiento, comprensión y acción para enfrentar el dolor que nos causa la agresión a la vida, la exclusión, el egoísmo, el maltrato, las desigualdades e injusticias. Interrelacionar funciones psíquicas racionales y no racionales se podría traducir en mejores oportunidades para vivir y cultivar vida. \\nLa consciencia y actitud sentipensante son potenciales evolutivos, que nos mueven a tejer vida. Sin estos seguimos a merced de la exclusión multidimensional, es decir del dominio del ego, y hacemos de las dotaciones afectivas, actitudinales  e intelectuales (ahí la comprensión, la innovación, la creatividad, entre otros), un tributo  más para  intereses particulares que comunes o de la vida entrelazada. Tales fuerzas despertarían al lobo bueno que los seres humanos podríamos llevar por dentro, lo mejor en lugar de lo peor o destejedor de vida de cada uno. Pueden traducirse en sensibilidad social y planetaria: una intelectualidad sentiente no parece forjarse por fuera del matrimonio sentipensante, por fuera del uso interrelacionado de pensamiento -- entre otros,  analítico, crítico, de diseño y creativo --, y disposiciones y sentimientos.  No es igual la innovación sentipensante que aquella sustentada en el pensamiento o en el mero deseo de innovar; la innovación para el consumo riñe con la innovación para la vida, pues esta última precisa de sensibilidad planetaria, de sentipensamiento, de presencialidad, de fortalezas donde el pensamiento involucra el sentimiento y la emoción, y recíprocamente. \\nEl sentipensar potencia procesos relevantes en la existencia como la conciencia comprensiva, en  particular las comprensiones cognitiva, intersubjetiva, crítica y edificante. El fenómeno comprensivo precisa de procesos intelectuales en torno al suceso o asunto que se aborde, tanto como de comprensiones previas y motivación intrínseca, sentir el deseo de conocer y procesar el conocimiento o evento a esclarecer, así como de escenarios para el uso de estas adquisiciones. La fuerza comprensiva, en cualquiera forma o modo de comprensión, está asociada a la sinapsis sentipensante. Podría decirse que el grado de comprensión es directamente proporcional al grado de sentipensancia: la comprensión enactuante de estilos edificantes de vida precisa de un sentipensamiento que provoque actuaciones tejedoras de existencia compartida. Veamos. \\nLa comprensión cognitiva, entendida como el plexo de fortalezas racionales y no racionales para esclarecer un enunciado, concepto o fenómeno, supone la intervención de operaciones mentales del tipo razonamiento, análisis, síntesis y demás, y de habilidades de inteligencia para acompañar estas, tanto como otras de orden afectivo, ahí las emociones, los sentimientos y las disposiciones.  Sentir, deconstruir y contextualizar, vivir experiencias de apropiación, generación, aplicación y uso, son procesos inherentes a la comprensión. Nadie comprende algo si no lo procesa cognitiva y afectivamente, si no refina luces comprensivas en la experiencia, sino involucra, mejor, conjuga funciones racionales y no racionales como pensar, sentir y actuar. 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摘要

有科学证据表明,通过冥想可以训练同情心。 大脑是一个可塑的器官。如果我们去健身房是为了锻炼身体,那么为什么我们不能训练我们的精神呢?布雷格曼、鲁特格 我们都在多元世界之中,多元世界被理解为一个世界的世界,是一系列不断变化的人类和非人类网络,是地球生命力和生命过程不断运动的结果。 (......) 地球上没有任何生物是独立存在的。 (......) 问题是,其中一个世界声称有权成为 "世界",并试图消除或减少构成社会自然生活的不同世界的丰富性。阿图罗-埃斯科瓦尔的 "感怀"(Sentipensar)是一种流行的、祖传的表达方式,它揭示了我们与大自然的密切联系,是一种将存在和生命视为人类与非人类复杂交融的欣赏和假设的方式;是一种生命美学,我们人类通过这种美学成长,我们用头脑和心灵思考,我们感受存在、地球、生命,感受将我们团结在一起并使我们成为其一部分的东西。感性认识是包括教育在内的社会机构不可推卸的任务,尤其是如果教育能够促进这种潜能的成熟,使其成为一种具有教育意义的全面认识,并凭借这种认识将各种理解与生命感结合起来,将我们与我们的存在联系起来,让 "人类向善的深层倾向"[1] 在我们身上显现出来。1] 感受是提升理解力的必要步骤,就像同情与怜悯的共鸣一样:后一种感受不仅将我们与他人(人类)或他人(非人类)联系在一起,而且还促使我们欢迎、关心和培养他们。加强思维与情感的结合,使之成为相互联系、相互依存的功能,是增强生命力的一个有益的、实质性的过程,是一种存在的触发器,即对生命的积极意识,它使我们有可能感受到自己,认识到自己是栖息在此时此地。教育越是忽视人的价值、个人发展和关系发展,越是忽视多种思想(逻辑、创造、创新、设计、综合等)的形成,越是忽视促进提高生存能力的情感、价值观和态度,教育就越是脱离生活,脱离其存在,脱离其主要功能,脱离其神圣意义。教育的功能在于促进全面的、认知的、综合的、冥想的、沉思的、身体的和其他意识的发展,以及将理性和非理性、认知和情感设备衔接起来的过程。因此,思维和情感之间的发展和联系,以及通过思维和情感来感受生活事件的重要性不言而喻。因为在生活中,有些情况下思考是不够的,我们不能屈服于感觉和情感的冲动;在这些情况下,感觉-思考必须发挥作用。还有一些情况下,沉思、冥想和观察会让我们更加充实。在任何情况下,放弃自我陶醉的思考都会产生与情绪和情感占主导地位一样的后果。自我引导取决于将思维和情感联系起来的意愿和能力,以及在控制或允许这些心理功能方面获得的经验。这种态度拓宽了人们的理解,使人们能够从认知等较简单的理解发展到批判、主体间和教化等较复杂的理解,从对自己和为自己的主权或主宰权发展到与他人和他者、与综合生命的约束、otric、移情和同情的主权。正如我们在其他文章中所表达的那样,思维代表着一种精神潜能,我们通过思维来制定表象、操作和策略,以便在生存和生活所带来的活动和情境中以更好的方式前进。有必要发展多元思维:创造性思维、横向思维、逻辑思维、调查思维、语言思维、数学思维等等。同样,智力也是一种潜能,根据我们给予它的动力,它可以让我们以更快的速度、更高的技能和更精确的方式去处理一件事;同样,发展多元智能也是可取的。在这个问题上,一个人可能非常聪明,但思维潜力却很低,反之亦然。 例如,当数学智能与多元思维(而不仅仅是逻辑思维)一起发展时,数学就能发挥最大的作用或威力。同样,当思维成为语言或其他智能的动力时,数学也能发挥最大的作用或威力。
本文章由计算机程序翻译,如有差异,请以英文原文为准。
Del Sentir y Pensar al Comprender y Edificar
Hay evidencias científicas de que la compasión se puede entrenar a través de la meditación.  El cerebro es un órgano maleable. Y si vamos a un gimnasio para entrenar nuestro cuerpo, ¿por qué no habríamos de entrenar también nuestro espíritu? Bregman , Rutger.   Todos estamos dentro del pluriverso, entendido como mundo de mundos, una serie de entramados siempre cambiantes de humanos y no humanos, los cuales resultan del movimiento incesante de las fuerzas y los procesos vitales de la Tierra. (…) Ningún ser viviente existe de modo independiente en la tierra. (…) El punto es que uno de estos mundos se ha atribuido el derecho de ser “el mundo” e intenta eliminar o reducir a sus términos la riqueza de los diferentes mundos que componen la vida socionatural. Arturo Escobar   Sentipensar, expresión popular, ancestral, pone de manifiesto nuestro vínculo entrañable con la naturaleza, una forma de apreciar y asumir la existencia y la vida como complejo entremezclado de humanos y no humanos; una estética de vida por la cual los humanos crecemos en tanto pensamos con la mente y el corazón, sentipensamos la existencia, la tierra, la vida, lo que nos une y hace parte de esta. La conciencia sentipensante representa una tarea inaplazable por parte de las instituciones sociales, ahí la educación, sobre todo si esta promueve que tal potencial madure como conciencia comprensivo edificante en virtud de la cual las comprensiones se usen con sentido de vida, nos conecten con nuestro ser, permitan que aflore en nosotros “la profunda inclinación del hombre hacia el bien”[1]. Sentipensar es un paso necesario para la comprensión edificante, como lo es la empatía respecto a la compasión: este último sentimiento no solo nos conecta con el otro (humano) o lo otro (no humano), sino que además nos mueve a su acogimiento, a su atención y cuidado. Fortalecer el matrimonio pensamiento y sentimiento como funciones interconectadas e interdependientes constituye un proceso edificante, sustantivo para potenciar vida, un detonante de presencialidad, es decir de conciencia actuante de vida, que hace posible sentir-se y saber-se habitando el aquí y ahora. Entre más se soslaye el valor y desarrollo individual y relacional de aquellas, de la formación de pensamientos múltiples (lógico, creativo, innovador, de diseño, comprensivo, entre otros), así como la promocion de sentimientos, valores y actitudes que engrandecen la existencia, la educación se descentra de la vida, de su ser, de sus funciones primadas, de su sentido sacro. La función de educar se asume al favorecer el desarrollo de conciencia plena, cognitiva, comprensiva, meditativa, contemplativa, corporal y demás, y de procesos que articulen equipajes racionales y no racionales, cognitivos y afectivos. De  ahí la importancia del desarrollo y conexión entre pensamiento y sentimiento, de vivir el  acontencimiento de sentir pensando y pensar sintiendo. Pues hay situaciones de la vida en las que pensar no es suficiente, y en las que tampoco podemos entregarnos al impulso de los sentimientos y las emociones; eventos en los cuales debe operar el sentipensar. Asi mismo, hay otros  en los cuales es más enriquecedor solo contemplar, meditar y observar. En todo caso, abandonarnos al pensamiento ensimismado tendrá consecuencias como coexistentes, tanto como el predominio de las emociones y los sentimientos. Conducirse a sí mismo pasa por la disposición y capacidad para conectar pensamiento y sentimiento, y por ganar experiencia en el control o permisión de estas funciones psíquicas. Una actitud tal amplía las comprensiones y permite evolucionar desde las comprensiones más simples como la cognición a las más complejas como la crítica, intersubjetiva y edificante, y desde la soberanía o dominio de sí y para sí, a la soberanía vinculante, ótrica, empática y compasiva con el otro y lo otro, con la vida integrada. Según lo hemos expresado en otros espacios, el pensamiento representa un potencial mental por el cual elaboramos representaciones, operaciones y estrategias para proceder de mejor modo en las actividades y situaciones que plantea la existencia y la vida. Es preciso desarrollar pensamiento plural: creativo, lateral, lógico, investigativo, lingüístico, matemático, entre otros. Igualmente la inteligencia, potencial que, según el impulso que hagamos del mismo, nos permite asumir un evento con mayor rapidez, habilidad y precisión; es deseable, del mismo modo, desarrollar inteligencias múltiples. En este tópico, alguien puede ser muy inteligente pero poseer bajo potencial de pensamiento, y recíprocamente.   Trenzadas, tales funciones mentales constituyen un complejo poderoso para la vida personal, social y planetaria; por ejemplo, las matemáticas pueden ser más útiles  o poderosas cuando se  desarrolla inteligencia matemática con pensamiento plural, no sólo lógico. Así mismo, cuando el pensamiento constituye el motor de la inteligencia lingüística o de otra naturaleza. En cuanlquier caso la sentipensancia es siempre riqueza, al menos personal, aún si un proceso asumido en la cotidianidad nos resulta insuficiente o abortivo; ahí no debe poder haber derrota ni fracaso ni frustración, pues la experiencia sentipensante, que incluye vivir de ese modo el paso a paso, es ya una manifestación de presencialidad.   Por su parte, el sentimiento representa un estado (de tristeza, alegría, dolor, angustia y demás) o afectación que se puede producir  al experimentar una emoción. Como se sabe, las emociones son reacciones físicas o psíquicas frente a un estímulo que nos puede marcar, por ejemplo vivir sentimientos de tristeza o derrota por una pérdida: estos se pueden morigerar en parte por intervención del pensamiento y la inteligencia. Sentir o percibir algo por los sentidos constituye una experiencia elevada si se procesa cognitivamente, mejor usando el pensamiento, en particular un pensamiento comprensivo; igual si se desarrolla la sensibilidad social, acompañando el sentimiento de pensamiento, comprensión y acción para enfrentar el dolor que nos causa la agresión a la vida, la exclusión, el egoísmo, el maltrato, las desigualdades e injusticias. Interrelacionar funciones psíquicas racionales y no racionales se podría traducir en mejores oportunidades para vivir y cultivar vida. La consciencia y actitud sentipensante son potenciales evolutivos, que nos mueven a tejer vida. Sin estos seguimos a merced de la exclusión multidimensional, es decir del dominio del ego, y hacemos de las dotaciones afectivas, actitudinales  e intelectuales (ahí la comprensión, la innovación, la creatividad, entre otros), un tributo  más para  intereses particulares que comunes o de la vida entrelazada. Tales fuerzas despertarían al lobo bueno que los seres humanos podríamos llevar por dentro, lo mejor en lugar de lo peor o destejedor de vida de cada uno. Pueden traducirse en sensibilidad social y planetaria: una intelectualidad sentiente no parece forjarse por fuera del matrimonio sentipensante, por fuera del uso interrelacionado de pensamiento -- entre otros,  analítico, crítico, de diseño y creativo --, y disposiciones y sentimientos.  No es igual la innovación sentipensante que aquella sustentada en el pensamiento o en el mero deseo de innovar; la innovación para el consumo riñe con la innovación para la vida, pues esta última precisa de sensibilidad planetaria, de sentipensamiento, de presencialidad, de fortalezas donde el pensamiento involucra el sentimiento y la emoción, y recíprocamente. El sentipensar potencia procesos relevantes en la existencia como la conciencia comprensiva, en  particular las comprensiones cognitiva, intersubjetiva, crítica y edificante. El fenómeno comprensivo precisa de procesos intelectuales en torno al suceso o asunto que se aborde, tanto como de comprensiones previas y motivación intrínseca, sentir el deseo de conocer y procesar el conocimiento o evento a esclarecer, así como de escenarios para el uso de estas adquisiciones. La fuerza comprensiva, en cualquiera forma o modo de comprensión, está asociada a la sinapsis sentipensante. Podría decirse que el grado de comprensión es directamente proporcional al grado de sentipensancia: la comprensión enactuante de estilos edificantes de vida precisa de un sentipensamiento que provoque actuaciones tejedoras de existencia compartida. Veamos. La comprensión cognitiva, entendida como el plexo de fortalezas racionales y no racionales para esclarecer un enunciado, concepto o fenómeno, supone la intervención de operaciones mentales del tipo razonamiento, análisis, síntesis y demás, y de habilidades de inteligencia para acompañar estas, tanto como otras de orden afectivo, ahí las emociones, los sentimientos y las disposiciones.  Sentir, deconstruir y contextualizar, vivir experiencias de apropiación, generación, aplicación y uso, son procesos inherentes a la comprensión. Nadie comprende algo si no lo procesa cognitiva y afectivamente, si no refina luces comprensivas en la experiencia, sino involucra, mejor, conjuga funciones racionales y no racionales como pensar, sentir y actuar. Así, comprender un texto pasa por el uso de operaciones y estrategias cognitivas y discursivas, de coherencia y cohesión que convocan al pensamiento, la inteligencia,  la afectividad, la acción o experiencia de uso, aplicación y refinamiento de comprensiones alcanzadas. Porque toda comprensión enactúa, según se manifiesta más adelante.   La comprensión intersubjetiva es más que un fenómeno intelectual, no es posible sin el pensamiento y el sentimiento o impulso visceral que nos mueve a edificar, a cuidar del otro, del mundo humano. Para cultivar al otro y cultivar vida no basta con pensar y querer hacerlo bien, hay que sentir al otro como parte de la vida, y dejarse llevar por sentimientos edificantes, por el deseo de acoger, de asumir al otro como coexistente decoroso, necesitado de mi; es la ley de la existencia integrada, pues en la evolución todos nos necesitamos, de modo q
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