J. Soulard , S. Nadeau , N. Vuillerme , N.C. Duclos
{"title":"步态评估:从诊所到真实环境","authors":"J. Soulard , S. Nadeau , N. Vuillerme , N.C. Duclos","doi":"10.1016/S1293-2965(24)48990-1","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>La marcha es una actividad importante para la participación social y la salud. Su evaluación forma parte de la valoración diagnóstica del clínico. Los trastornos de la marcha se objetivan primero y luego se relacionan con las deficiencias de las estructuras y las afectaciones funcionales, para actuar sobre los factores problemáticos. Se dispone de varias evaluaciones validadas y fieles de la marcha. La elección se basa en los objetivos de intervención terapéutica. Algunas se realizan en un espacio clínico bajo la vigilancia de un evaluador (terapeuta, investigador, etc.). Incluyen mediciones cronometradas, así como una cuantificación de la cadencia, de la velocidad, de la marcha y del equilibrio. También se utilizan herramientas tecnológicas para cuantificar, por ejemplo, los movimientos de los segmentos, la longitud y la anchura del paso, la posición del centro de presión, así como el nivel de marcha. Entre estas herramientas, los sensores inerciales se colocan en la persona y son ligeros y no intrusivos. Suelen servir para evaluar la marcha en un medio real (p. ej., en el domicilio de la persona), lo que se considera más ecológico y representativo del funcionamiento diario. Para el terapeuta, la evaluación de la marcha realizada en un medio clínico o en el domicilio también es informativa para el seguimiento del estado de salud de la persona, para identificar el plano de intervención óptimo con el fin de mantener o mejorar sus capacidades físicas, así como para predecir su estado físico y funcional.</p></div>","PeriodicalId":100428,"journal":{"name":"EMC - Kinesiterapia - Medicina Física","volume":"45 2","pages":"Pages 1-8"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2024-04-11","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"Evaluación de la marcha: de la clínica al medio real\",\"authors\":\"J. Soulard , S. Nadeau , N. Vuillerme , N.C. Duclos\",\"doi\":\"10.1016/S1293-2965(24)48990-1\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"<div><p>La marcha es una actividad importante para la participación social y la salud. Su evaluación forma parte de la valoración diagnóstica del clínico. Los trastornos de la marcha se objetivan primero y luego se relacionan con las deficiencias de las estructuras y las afectaciones funcionales, para actuar sobre los factores problemáticos. Se dispone de varias evaluaciones validadas y fieles de la marcha. La elección se basa en los objetivos de intervención terapéutica. Algunas se realizan en un espacio clínico bajo la vigilancia de un evaluador (terapeuta, investigador, etc.). Incluyen mediciones cronometradas, así como una cuantificación de la cadencia, de la velocidad, de la marcha y del equilibrio. También se utilizan herramientas tecnológicas para cuantificar, por ejemplo, los movimientos de los segmentos, la longitud y la anchura del paso, la posición del centro de presión, así como el nivel de marcha. Entre estas herramientas, los sensores inerciales se colocan en la persona y son ligeros y no intrusivos. Suelen servir para evaluar la marcha en un medio real (p. ej., en el domicilio de la persona), lo que se considera más ecológico y representativo del funcionamiento diario. Para el terapeuta, la evaluación de la marcha realizada en un medio clínico o en el domicilio también es informativa para el seguimiento del estado de salud de la persona, para identificar el plano de intervención óptimo con el fin de mantener o mejorar sus capacidades físicas, así como para predecir su estado físico y funcional.</p></div>\",\"PeriodicalId\":100428,\"journal\":{\"name\":\"EMC - Kinesiterapia - Medicina Física\",\"volume\":\"45 2\",\"pages\":\"Pages 1-8\"},\"PeriodicalIF\":0.0000,\"publicationDate\":\"2024-04-11\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"0\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"EMC - Kinesiterapia - Medicina Física\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1293296524489901\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"\",\"JCRName\":\"\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Kinesiterapia - Medicina Física","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1293296524489901","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
Evaluación de la marcha: de la clínica al medio real
La marcha es una actividad importante para la participación social y la salud. Su evaluación forma parte de la valoración diagnóstica del clínico. Los trastornos de la marcha se objetivan primero y luego se relacionan con las deficiencias de las estructuras y las afectaciones funcionales, para actuar sobre los factores problemáticos. Se dispone de varias evaluaciones validadas y fieles de la marcha. La elección se basa en los objetivos de intervención terapéutica. Algunas se realizan en un espacio clínico bajo la vigilancia de un evaluador (terapeuta, investigador, etc.). Incluyen mediciones cronometradas, así como una cuantificación de la cadencia, de la velocidad, de la marcha y del equilibrio. También se utilizan herramientas tecnológicas para cuantificar, por ejemplo, los movimientos de los segmentos, la longitud y la anchura del paso, la posición del centro de presión, así como el nivel de marcha. Entre estas herramientas, los sensores inerciales se colocan en la persona y son ligeros y no intrusivos. Suelen servir para evaluar la marcha en un medio real (p. ej., en el domicilio de la persona), lo que se considera más ecológico y representativo del funcionamiento diario. Para el terapeuta, la evaluación de la marcha realizada en un medio clínico o en el domicilio también es informativa para el seguimiento del estado de salud de la persona, para identificar el plano de intervención óptimo con el fin de mantener o mejorar sus capacidades físicas, así como para predecir su estado físico y funcional.