El cuerpo político, la contrasexualidad, la dildotectónica y los nuevos placeres en Las hijas del Fuego (2018) de Albertina Carri

En esta investigación se aborda el análisis del tratamiento cinematográfico que hace la directora de cine Albertina Carri, en el  largometraje Las hijas  del fuego (2018), del goce y placer sexual femenino haciendo un uso diferente de dispositivos sexuales, como el dildo, prescindiendo de la simbología y la referencia centrada en lo exclusivamente masculino como normativo en referencia al goce sexual y a la identificación que supone de lo identitario. La directora argentina intenta superar lo  sostenido por la teórica del cine feminista Laura Mulvey (1975) respecto a la mirada escopofílica del hombre y la tradicional concepción sexual  de  la  mujer  en  el  cine  convencional  y en  el pornográfico, en particular. Aplicando la teoría queer sobre la disidencia de los cuerpos y de lo géneros,  especificamente la que elabora Paul B. Preciado sobre la dildotecnia y la contrasexualidad, la investigación se centra en el discurso cinematográfico que hace Carri sobre las técnicas y tecnologías del goce y placer sexual. En conclusión Carri logra mostrar lo que Preciado elabora en su Manifiesto Contrasexual (2011) y que sigue desarrollando en otros libros como Testo Yonki (2020), etcétera, en los cuales sostiene que hay que crear contraconductas y contradispositivos, reapropiándose de aquellos que han normalizados los cuerpos dándoles un uso diferente para crear nuevas técnicas que faciliten nuevos placeres.