{"title":"健康的社会决定因素在健康老龄化中的重要性","authors":"Itzelth Beatriz Utrera Gutiérrez, Patricia Pavón-León, Karen Patricia Moreno Sánchez","doi":"10.25009/rmuv.2023.1.82","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Envejecimiento humano El envejecimiento humano es un proceso gradual y adaptativo, caracterizado por una disminución relativa de la respuesta homeostática (equilibrio que le permite al organismo mantener un funcionamiento adecuado), debida a las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas, propiciadas por los cambios inherentes a la edad y al desgaste acumulado ante los retos que enfrenta el organismo a lo largo de la historia del individuo en un ambiente determinado (Instituto Nacional de Geriatría [INGER], 2017). La población mundial envejece; la mayoría de los países del mundo experimenta un aumento en el número y la proporción de personas mayores, debido al incremento de la esperanza de vida, la disminución de los niveles de fecundidad y la migración. Si bien esos aspectos han propiciado el envejecimiento, existen otros que han ayudado a que exista una vejez activa y de calidad, por ejemplo, la mejora de algunos servicios de salud, la atención temprana, así como las nuevas tecnologías. A nivel mundial se calcula que hay 962 millones de personas con 60 años de edad o más, es decir, un 13% de la población total. Este grupo tiene una tasa de crecimiento anual del 3%. Europa es la región con más personas pertenecientes a esta categoría, aproximadamente un 25%. Ese grado de envejecimiento de la población también llegará a otras partes del mundo; tan es así, que para el año 2030 se estima que habrá 400 millones de personas de edad avanzada en el mundo (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2021). Así mismo, América Latina y el Caribe envejecen rápidamente y de una manera asombrosa; se estima que el 11% del total de la población tiene más de 60 años de edad, en 2030 representará el 17%, y en 2050 uno de cada cuatro habitantes en esta región será mayor de 60 años (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], 2021). Actualmente, en nuestro país, la Ciudad de México es la entidad más envejecida de la república, en donde los adultos mayores representan 13% del total de la población, seguida de los estados con proporciones mayores de 10% como Veracruz, Oaxaca, Morelos, Yucatán, Michoacán, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Nayarit, Hidalgo, Guerrero, Jalisco y Durango. Sin embargo, en los próximos años todos los estados del país pasarán por este proceso, algunos a ritmos más acelerados que otros (González, 2015; Secretaría de Salud/Instituto Nacional de Salud Pública, 2016). Se estima que durante los próximos 10 años el porcentaje de habitantes del planeta mayores de 60 años aumentará considerablemente. En la actualidad, el número de personas de 60 años o más supera al de niños menores de cinco años. En 2050, la cantidad de adultos mayores será mayor que la de adolescentes y jóvenes. Este cambio demográfico se encuentra presente en todos los países del mundo, lo que significa un reto importante para garantizar que los sistemas sanitarios y sociales estén preparados para afrontarlo (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2021). El proceso de envejecimiento incluye factores tanto biológicos como sociales, siendo el crecimiento y los daños celulares a lo largo de la vida los que producen un deterioro gradual en las capacidades tanto físicas como mentales, creando un ambiente propicio a la aparición de diversas enfermedades. Este deterioro no es causado sólo por factores biológicos, sino también por situaciones como el entorno físico, económico y social.","PeriodicalId":472106,"journal":{"name":"Revista Médica de la Universidad Veracruzana","volume":"13 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-09-21","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":"{\"title\":\"La importancia de los determinantes sociales de la salud en el envejecimiento saludable\",\"authors\":\"Itzelth Beatriz Utrera Gutiérrez, Patricia Pavón-León, Karen Patricia Moreno Sánchez\",\"doi\":\"10.25009/rmuv.2023.1.82\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"Envejecimiento humano El envejecimiento humano es un proceso gradual y adaptativo, caracterizado por una disminución relativa de la respuesta homeostática (equilibrio que le permite al organismo mantener un funcionamiento adecuado), debida a las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas, propiciadas por los cambios inherentes a la edad y al desgaste acumulado ante los retos que enfrenta el organismo a lo largo de la historia del individuo en un ambiente determinado (Instituto Nacional de Geriatría [INGER], 2017). 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La importancia de los determinantes sociales de la salud en el envejecimiento saludable
Envejecimiento humano El envejecimiento humano es un proceso gradual y adaptativo, caracterizado por una disminución relativa de la respuesta homeostática (equilibrio que le permite al organismo mantener un funcionamiento adecuado), debida a las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas, propiciadas por los cambios inherentes a la edad y al desgaste acumulado ante los retos que enfrenta el organismo a lo largo de la historia del individuo en un ambiente determinado (Instituto Nacional de Geriatría [INGER], 2017). La población mundial envejece; la mayoría de los países del mundo experimenta un aumento en el número y la proporción de personas mayores, debido al incremento de la esperanza de vida, la disminución de los niveles de fecundidad y la migración. Si bien esos aspectos han propiciado el envejecimiento, existen otros que han ayudado a que exista una vejez activa y de calidad, por ejemplo, la mejora de algunos servicios de salud, la atención temprana, así como las nuevas tecnologías. A nivel mundial se calcula que hay 962 millones de personas con 60 años de edad o más, es decir, un 13% de la población total. Este grupo tiene una tasa de crecimiento anual del 3%. Europa es la región con más personas pertenecientes a esta categoría, aproximadamente un 25%. Ese grado de envejecimiento de la población también llegará a otras partes del mundo; tan es así, que para el año 2030 se estima que habrá 400 millones de personas de edad avanzada en el mundo (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2021). Así mismo, América Latina y el Caribe envejecen rápidamente y de una manera asombrosa; se estima que el 11% del total de la población tiene más de 60 años de edad, en 2030 representará el 17%, y en 2050 uno de cada cuatro habitantes en esta región será mayor de 60 años (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], 2021). Actualmente, en nuestro país, la Ciudad de México es la entidad más envejecida de la república, en donde los adultos mayores representan 13% del total de la población, seguida de los estados con proporciones mayores de 10% como Veracruz, Oaxaca, Morelos, Yucatán, Michoacán, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Nayarit, Hidalgo, Guerrero, Jalisco y Durango. Sin embargo, en los próximos años todos los estados del país pasarán por este proceso, algunos a ritmos más acelerados que otros (González, 2015; Secretaría de Salud/Instituto Nacional de Salud Pública, 2016). Se estima que durante los próximos 10 años el porcentaje de habitantes del planeta mayores de 60 años aumentará considerablemente. En la actualidad, el número de personas de 60 años o más supera al de niños menores de cinco años. En 2050, la cantidad de adultos mayores será mayor que la de adolescentes y jóvenes. Este cambio demográfico se encuentra presente en todos los países del mundo, lo que significa un reto importante para garantizar que los sistemas sanitarios y sociales estén preparados para afrontarlo (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2021). El proceso de envejecimiento incluye factores tanto biológicos como sociales, siendo el crecimiento y los daños celulares a lo largo de la vida los que producen un deterioro gradual en las capacidades tanto físicas como mentales, creando un ambiente propicio a la aparición de diversas enfermedades. Este deterioro no es causado sólo por factores biológicos, sino también por situaciones como el entorno físico, económico y social.