La sinodalidad, signo e instrumento de comunión y de evangelización

El proceso sinodal en marcha (XVI Asamblea general ordinaria: Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión), que comenzó el octubre de 2021 y culminará en el mismo mes de 2024, está impulsando una amplia participación de los fieles en los sínodos, a partir de las Iglesias particulares. En cuanto a su objetivo concreto, se trata de la reflexión sobre la sinodalidad y su ejercicio en torno a las asambleas sinodales. En este artículo se explora la sinodalidad como dimensión constitutiva de la Iglesia y lo que esto significa en la práctica. Profundiza en la cooperación orgánica entre pastores y fieles, como fundamento de la participación de los bautizados en los sínodos. Se detiene en algunos aspectos concretos de los sínodos: su servicio a la comunión y a la misión, como instrumento de discernimiento de la “fidelidad dinámica” que caracteriza el camino de la Iglesia; la adecuación de un itinerario que vaya de las periferias al centro; las actitudes propias de quienes participan en un sínodo; y las dimensiones teológico-pastorales del sínodo. Todo ello, teniendo en cuenta la experiencia de la Iglesia y la reflexión actual.