{"title":"战争重复:天启的四骑士骑马走向创世纪","authors":"J. Otero","doi":"10.15695/VEJLHS.V5I0.3234","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"o e imaginario que permanece estatico al margen del huracan de la historia, ocupado en mantener Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies 253 un ritmo naturalizado a traves de la concordancia entre naturaleza y ser humano, ara, sin embargo, un campo de batalla en el que previamente se han sembrado semillas de muerte, aquellos “proyectiles hundidos en el suelo sin estallar” (437); de igual modo, el labriego debe adaptar las lineas de sus surcos “unicamente al llegar junto a una tumba visible” (437) para respetar el descanso de los muertos; y, finalmente, termina recogiendo y literalmente alimentandose de la muerte: “Las semillas, como pulpos en gestacion, se preparaban a extender los tentaculos de sus raices hasta los craneos que pocos meses antes contenian gloriosas esperanzas o monstruosas ambiciones” (437). De este modo, el principio se convierte, una vez mas, en final, la muerte en vida, la regeneracion surge de la decadencia y el epilogo se transforma en prologo. Este movimiento circular, mitico, antihistorico y vertiginosamente inmovil no es mas que el eterno movimiento del origen producido por la tautologia. No es mas que la inacabable busqueda por la causa original de la guerra: es un Apocalipsis que deviene en Genesis. Sin embargo, Blasco no se engana ya que la revelacion ha sido explicita para sus lectores paginas mas atras al identificar al guadanero que se beneficiara de la siguiente cosecha: “La siega de la muerte no habia sido por gavillas: todo un campo quedaba liso con solo un golpe de hoz” (354).28","PeriodicalId":428595,"journal":{"name":"Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies","volume":"25 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2009-04-09","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"1","resultStr":"{\"title\":\"Tautologías bélicas: Los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgan hacia el Génesis\",\"authors\":\"J. Otero\",\"doi\":\"10.15695/VEJLHS.V5I0.3234\",\"DOIUrl\":null,\"url\":null,\"abstract\":\"o e imaginario que permanece estatico al margen del huracan de la historia, ocupado en mantener Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies 253 un ritmo naturalizado a traves de la concordancia entre naturaleza y ser humano, ara, sin embargo, un campo de batalla en el que previamente se han sembrado semillas de muerte, aquellos “proyectiles hundidos en el suelo sin estallar” (437); de igual modo, el labriego debe adaptar las lineas de sus surcos “unicamente al llegar junto a una tumba visible” (437) para respetar el descanso de los muertos; y, finalmente, termina recogiendo y literalmente alimentandose de la muerte: “Las semillas, como pulpos en gestacion, se preparaban a extender los tentaculos de sus raices hasta los craneos que pocos meses antes contenian gloriosas esperanzas o monstruosas ambiciones” (437). De este modo, el principio se convierte, una vez mas, en final, la muerte en vida, la regeneracion surge de la decadencia y el epilogo se transforma en prologo. Este movimiento circular, mitico, antihistorico y vertiginosamente inmovil no es mas que el eterno movimiento del origen producido por la tautologia. No es mas que la inacabable busqueda por la causa original de la guerra: es un Apocalipsis que deviene en Genesis. Sin embargo, Blasco no se engana ya que la revelacion ha sido explicita para sus lectores paginas mas atras al identificar al guadanero que se beneficiara de la siguiente cosecha: “La siega de la muerte no habia sido por gavillas: todo un campo quedaba liso con solo un golpe de hoz” (354).28\",\"PeriodicalId\":428595,\"journal\":{\"name\":\"Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies\",\"volume\":\"25 1\",\"pages\":\"0\"},\"PeriodicalIF\":0.0000,\"publicationDate\":\"2009-04-09\",\"publicationTypes\":\"Journal Article\",\"fieldsOfStudy\":null,\"isOpenAccess\":false,\"openAccessPdf\":\"\",\"citationCount\":\"1\",\"resultStr\":null,\"platform\":\"Semanticscholar\",\"paperid\":null,\"PeriodicalName\":\"Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies\",\"FirstCategoryId\":\"1085\",\"ListUrlMain\":\"https://doi.org/10.15695/VEJLHS.V5I0.3234\",\"RegionNum\":0,\"RegionCategory\":null,\"ArticlePicture\":[],\"TitleCN\":null,\"AbstractTextCN\":null,\"PMCID\":null,\"EPubDate\":\"\",\"PubModel\":\"\",\"JCR\":\"\",\"JCRName\":\"\",\"Score\":null,\"Total\":0}","platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.15695/VEJLHS.V5I0.3234","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
Tautologías bélicas: Los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgan hacia el Génesis
o e imaginario que permanece estatico al margen del huracan de la historia, ocupado en mantener Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies 253 un ritmo naturalizado a traves de la concordancia entre naturaleza y ser humano, ara, sin embargo, un campo de batalla en el que previamente se han sembrado semillas de muerte, aquellos “proyectiles hundidos en el suelo sin estallar” (437); de igual modo, el labriego debe adaptar las lineas de sus surcos “unicamente al llegar junto a una tumba visible” (437) para respetar el descanso de los muertos; y, finalmente, termina recogiendo y literalmente alimentandose de la muerte: “Las semillas, como pulpos en gestacion, se preparaban a extender los tentaculos de sus raices hasta los craneos que pocos meses antes contenian gloriosas esperanzas o monstruosas ambiciones” (437). De este modo, el principio se convierte, una vez mas, en final, la muerte en vida, la regeneracion surge de la decadencia y el epilogo se transforma en prologo. Este movimiento circular, mitico, antihistorico y vertiginosamente inmovil no es mas que el eterno movimiento del origen producido por la tautologia. No es mas que la inacabable busqueda por la causa original de la guerra: es un Apocalipsis que deviene en Genesis. Sin embargo, Blasco no se engana ya que la revelacion ha sido explicita para sus lectores paginas mas atras al identificar al guadanero que se beneficiara de la siguiente cosecha: “La siega de la muerte no habia sido por gavillas: todo un campo quedaba liso con solo un golpe de hoz” (354).28