{"title":"Renovación Del Orden Genérico: Las Flores De Poetas Ilustres (1605)","authors":"P. R. Pérez","doi":"10.5325/CALIOPE.9.1.0005","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"No ha sido el siglo XX el mejor de los tiempos para el estudio de los generos literarios. Primero, las corrientes idealistas y formalistas, con el estudio de la obra en si, prescindieron de las relaciones entre los textos. Despues de la semiotica, las corrientes postestructuralistas volvieron a cuestionar las perspectivas sistematicas, hasta alcanzar el paroxismo de la desconstruccion. En el transito al siglo XXI el debate sobre el canon, al situarse en este horizonte, ha acabado remitiendo a la subjetividad del gusto privilegiado cualquier principio de ordenacion. A la dificultad metodologica se suma en el caso de la aproximacion critica a los generos liricos en el periodo aureo1 la inherente al propio objeto de estudio, toda vez que en el discurso clasicista carece de operatividad (y aun de existencia) la nocion de genero, como evidencian los estruendosos silencios de las preceptivas. De manera radical, la ausencia procede de la inexistencia misma de la “literatura”2, concepto historico moderno y vinculado al romanticismo, frente al que solo hallamos las nociones de poetica y retorica, a las que paulatinamente se suman las reglas de la metrica3. Del conjunto brotan unos elementos de codificacion de caracter externo y aprioristico respecto a la propia escritura, sometida a un persistente principio de imitacion en cuyo dominio se consagran (como canonicos y como elementos de modelizacion) los auctores. Convertidos estos en verdaderos dechados, no podemos, sin embargo, identificarlos estrictamente con moldes genericos, si atendemos a la moderna nocion de genero, con su dinamica y su sentido dialectico, frente a la concepcion clasica de la formalizacion textual o, por mejor decir, discursiva. En ese sentido clasico y clasicista de la fabula y de la oratio no falta, como es sabido, el concepto de genus, pero su operatividad es reducida a un sentido retorico, cruzado ademas con nociones como la de estilo y manera, en lo que pesa tanto la herencia medieval4 como la raiz aristotelica. De la logica del Estagirita procede la distincion entre genero y especie, base de toda la clasificacion y definicion ontologicas, todavia aplicadas por Cascales a la jerarquizacion de las formas5, y, sobre todo, en su fragmentaria Poetica y su silencio al respecto arraiga el","PeriodicalId":29842,"journal":{"name":"Caliope-Journal of the Society for Renaissance and Baroque Hispanic Poetry","volume":"151 1","pages":"33 - 5"},"PeriodicalIF":0.3000,"publicationDate":"2017-11-06","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"1","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Caliope-Journal of the Society for Renaissance and Baroque Hispanic Poetry","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.5325/CALIOPE.9.1.0005","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"0","JCRName":"LITERATURE, ROMANCE","Score":null,"Total":0}
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Abstract
No ha sido el siglo XX el mejor de los tiempos para el estudio de los generos literarios. Primero, las corrientes idealistas y formalistas, con el estudio de la obra en si, prescindieron de las relaciones entre los textos. Despues de la semiotica, las corrientes postestructuralistas volvieron a cuestionar las perspectivas sistematicas, hasta alcanzar el paroxismo de la desconstruccion. En el transito al siglo XXI el debate sobre el canon, al situarse en este horizonte, ha acabado remitiendo a la subjetividad del gusto privilegiado cualquier principio de ordenacion. A la dificultad metodologica se suma en el caso de la aproximacion critica a los generos liricos en el periodo aureo1 la inherente al propio objeto de estudio, toda vez que en el discurso clasicista carece de operatividad (y aun de existencia) la nocion de genero, como evidencian los estruendosos silencios de las preceptivas. De manera radical, la ausencia procede de la inexistencia misma de la “literatura”2, concepto historico moderno y vinculado al romanticismo, frente al que solo hallamos las nociones de poetica y retorica, a las que paulatinamente se suman las reglas de la metrica3. Del conjunto brotan unos elementos de codificacion de caracter externo y aprioristico respecto a la propia escritura, sometida a un persistente principio de imitacion en cuyo dominio se consagran (como canonicos y como elementos de modelizacion) los auctores. Convertidos estos en verdaderos dechados, no podemos, sin embargo, identificarlos estrictamente con moldes genericos, si atendemos a la moderna nocion de genero, con su dinamica y su sentido dialectico, frente a la concepcion clasica de la formalizacion textual o, por mejor decir, discursiva. En ese sentido clasico y clasicista de la fabula y de la oratio no falta, como es sabido, el concepto de genus, pero su operatividad es reducida a un sentido retorico, cruzado ademas con nociones como la de estilo y manera, en lo que pesa tanto la herencia medieval4 como la raiz aristotelica. De la logica del Estagirita procede la distincion entre genero y especie, base de toda la clasificacion y definicion ontologicas, todavia aplicadas por Cascales a la jerarquizacion de las formas5, y, sobre todo, en su fragmentaria Poetica y su silencio al respecto arraiga el