{"title":"Tratamiento del cáncer de próstata metastásico","authors":"S. Culine , C. Bonnet , C. Dumont , H. Gauthier","doi":"10.1016/S1761-3310(20)44713-9","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>Dos grandes familias de tratamientos médicos han demostrado un beneficio en la supervivencia en el cáncer de próstata en estadio metastásico: la hormonoterapia y la quimioterapia. Los tratamientos hormonales alteran el funcionamiento del receptor de los andrógenos mediante inhibición de la síntesis de sus ligandos (agonistas y antagonista LH-RH [hormona liberadora de la hormona luteinizante], acetato de abiraterona) o mediante interacción directa en las células tumorales prostáticas (inhibidores del receptor de los andrógenos). Las dos moléculas de quimioterapia empleadas, el docetaxel y el cabazitaxel, actúan como veneno del huso mitótico. Cuando se observan las metástasis en el momento del diagnóstico de la enfermedad, el tratamiento médico se basa en la castración médica o quirúrgica, asociada en ocasiones a la abiraterona o al docetaxel en los pacientes de alto volumen/riesgo metastásico. Se puede asociar al tratamiento médico radioterapia prostática en los pacientes de bajo volumen metastásico. En fase de resistencia a la castración, se emplean cuatro moléculas (acetato de abiraterona, enzalutamida, docetaxel y cabazitaxel) de forma secuencial en el tiempo. A pesar de los progresos efectuados en la última década, que han permitido mejorar la supervivencia, la enfermedad, sigue siendo incurable y la actitud terapéutica debe seguir centrada en el respeto al proyecto vital de los pacientes.</p></div>","PeriodicalId":100462,"journal":{"name":"EMC - Urología","volume":"53 1","pages":"Pages 1-7"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2021-01-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"https://sci-hub-pdf.com/10.1016/S1761-3310(20)44713-9","citationCount":"1","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Urología","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1761331020447139","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
Dos grandes familias de tratamientos médicos han demostrado un beneficio en la supervivencia en el cáncer de próstata en estadio metastásico: la hormonoterapia y la quimioterapia. Los tratamientos hormonales alteran el funcionamiento del receptor de los andrógenos mediante inhibición de la síntesis de sus ligandos (agonistas y antagonista LH-RH [hormona liberadora de la hormona luteinizante], acetato de abiraterona) o mediante interacción directa en las células tumorales prostáticas (inhibidores del receptor de los andrógenos). Las dos moléculas de quimioterapia empleadas, el docetaxel y el cabazitaxel, actúan como veneno del huso mitótico. Cuando se observan las metástasis en el momento del diagnóstico de la enfermedad, el tratamiento médico se basa en la castración médica o quirúrgica, asociada en ocasiones a la abiraterona o al docetaxel en los pacientes de alto volumen/riesgo metastásico. Se puede asociar al tratamiento médico radioterapia prostática en los pacientes de bajo volumen metastásico. En fase de resistencia a la castración, se emplean cuatro moléculas (acetato de abiraterona, enzalutamida, docetaxel y cabazitaxel) de forma secuencial en el tiempo. A pesar de los progresos efectuados en la última década, que han permitido mejorar la supervivencia, la enfermedad, sigue siendo incurable y la actitud terapéutica debe seguir centrada en el respeto al proyecto vital de los pacientes.