{"title":"Cine social revolucionario: de España 1936-1939 a Argentina 1968-1976","authors":"Antonio Prado del Santo","doi":"10.1353/hsf.2016.0030","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"LaS puestas en escena más significativas de la evolución del cine político mundial parecen tomar lugar en los momentos más críticos e inestables de la historia social, económica y política. Desde la revolución rusa hasta el día de hoy las crisis más profundas han provocado la movilización de un cine de urgencia con el fin de contra-informar las versiones oficialistas y ofrecerse como documento testimonial del nuevo estado de la cuestión. a su vez, la condición de emergencia de estos cines ha provocado la necesidad de experimentar con nuevas formas cinematográficas que comuniquen, precisamente, esa misma urgencia de la nueva realidad. Desde esta perspectiva, los defensores del documento cinematográfico se acogen a lo que andré Bazin defiende como la “ontología de la imagen fotográfica” o a lo que se ha referido recurrentemente como “respeto por la realidad” (33). En cuanto el cine es capaz de reproducir imágenes en movimiento de una forma mecánica y automática, Bazin arguye que tanto el arte fotográfico como el cinematográfico superan en realismo el resto de las artes plásticas, sujetas a la percepción imperfecta del ojo humano. La premisa de la superioridad realista del cine fue y sigue siendo acogida con entusiasmo por aquellos artistas documentalistas que también defienden otra dimensión del orden de lo real: el devenir de la historia social. La intersección entre la mecánica cinematográfica y la documentación histórica sintetiza los orígenes del cine político en la vanguardia cinematográfica soviética de los años veinte del siglo pasado, la cual surgió ante la urgencia de documentar la revolución rusa.1 a partir de entonces, otras profundas transformaciones sociales volverían a provocar similares movimientos cinematográficos: de la Segunda Guerra Mundial a las descolonizaciones de África, de la revolución cubana al resto de movimientos de liberación latinoamericanas, de los movimientos de derechos civiles en Estados Unidos al mayo de 1968 en Francia, de la caída del muro de Berlín a las protestas anti-globalización y anti-capitalistas a nivel mundial, de la primavera árabe a “Occupy Wall","PeriodicalId":42695,"journal":{"name":"HISPANOFILA","volume":"177 1","pages":"100 - 89"},"PeriodicalIF":0.1000,"publicationDate":"2016-12-22","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"https://sci-hub-pdf.com/10.1353/hsf.2016.0030","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"HISPANOFILA","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.1353/hsf.2016.0030","RegionNum":4,"RegionCategory":"文学","ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"0","JCRName":"LITERATURE, ROMANCE","Score":null,"Total":0}
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Abstract
LaS puestas en escena más significativas de la evolución del cine político mundial parecen tomar lugar en los momentos más críticos e inestables de la historia social, económica y política. Desde la revolución rusa hasta el día de hoy las crisis más profundas han provocado la movilización de un cine de urgencia con el fin de contra-informar las versiones oficialistas y ofrecerse como documento testimonial del nuevo estado de la cuestión. a su vez, la condición de emergencia de estos cines ha provocado la necesidad de experimentar con nuevas formas cinematográficas que comuniquen, precisamente, esa misma urgencia de la nueva realidad. Desde esta perspectiva, los defensores del documento cinematográfico se acogen a lo que andré Bazin defiende como la “ontología de la imagen fotográfica” o a lo que se ha referido recurrentemente como “respeto por la realidad” (33). En cuanto el cine es capaz de reproducir imágenes en movimiento de una forma mecánica y automática, Bazin arguye que tanto el arte fotográfico como el cinematográfico superan en realismo el resto de las artes plásticas, sujetas a la percepción imperfecta del ojo humano. La premisa de la superioridad realista del cine fue y sigue siendo acogida con entusiasmo por aquellos artistas documentalistas que también defienden otra dimensión del orden de lo real: el devenir de la historia social. La intersección entre la mecánica cinematográfica y la documentación histórica sintetiza los orígenes del cine político en la vanguardia cinematográfica soviética de los años veinte del siglo pasado, la cual surgió ante la urgencia de documentar la revolución rusa.1 a partir de entonces, otras profundas transformaciones sociales volverían a provocar similares movimientos cinematográficos: de la Segunda Guerra Mundial a las descolonizaciones de África, de la revolución cubana al resto de movimientos de liberación latinoamericanas, de los movimientos de derechos civiles en Estados Unidos al mayo de 1968 en Francia, de la caída del muro de Berlín a las protestas anti-globalización y anti-capitalistas a nivel mundial, de la primavera árabe a “Occupy Wall
期刊介绍:
HISPANÓFILA appears three times a year. The journal accepts essays on any literary, linguistic, or cultural topic dealing with the Spanish and Portuguese-speaking worlds. Articles may be written in English, Spanish, or Portuguese but cannot exceed 25 type-written pages. Previously published work and work under consideration by other journals should not be submitted.