{"title":"Pielonefritis no complicada y complicada en adultos: diagnóstico y tratamiento","authors":"C. Chapelle , T. Fontanier , M. Vallée","doi":"10.1016/S1761-3310(25)50732-6","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><div>Las pielonefritis agudas (PNA) representan el 25% de los ingresos hospitalarios por infecciones urinarias. Afectan sobre todo a las mujeres y los grupos de edad extrema. Los principales síntomas que hacen sospechar una PNA son la fiebre y el dolor en la fosa lumbar, aunque no son sistemáticos. La clasificación de la pielonefritis en tres niveles de gravedad permite determinar si el manejo será ambulatorio o no, la duración del tratamiento y la elección del antibiótico. La única prueba diagnóstica esencial es el estudio citobacteriológico de orina, que debe realizarse a ser posible antes del tratamiento con antibióticos. A continuación, puede completarse con una ecografía o una tomografía computarizada (mejor rendimiento) para confirmar el diagnóstico y descartar algunas complicaciones o factores de gravedad. En pacientes seleccionados puede proponerse un tratamiento ambulatorio en caso de PNA simple. En cambio, la hospitalización sigue siendo aconsejable en caso de PNA grave o de riesgo de complicaciones. Las fluoroquinolonas siguen siendo el tratamiento oral de primera línea para la pielonefritis simple, aunque su uso está ahora más regulado por la European Medicines Agency y, en Francia, por la Agence Française de Sécurité Sanitaire des Produits de Santé. En presencia de PNA «grave», definida según una puntuación qSOFA <em>(quick sequential [sepsis-related] organ failure assessment)</em> de 2 o más y/o asociada a obstrucción de las vías excretoras superiores, debe administrarse con urgencia un tratamiento antibiótico dual intravenoso con C3G (cefalosporina de tercera generación) y amikacina. En caso de obstrucción, la derivación de las vías urinarias es inevitable y debe realizarse con urgencia. Además del tratamiento inicial, es fundamental considerar la pielonefritis aguda como la manifestación de una disfunción anatómica o funcional del aparato urinario. A continuación, un urólogo debe realizar una evaluación etiológica para limitar los riesgos individuales y colectivos de infecciones repetidas.</div></div>","PeriodicalId":100462,"journal":{"name":"EMC - Urología","volume":"57 3","pages":"Pages 1-12"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2025-08-12","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Urología","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1761331025507326","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
Las pielonefritis agudas (PNA) representan el 25% de los ingresos hospitalarios por infecciones urinarias. Afectan sobre todo a las mujeres y los grupos de edad extrema. Los principales síntomas que hacen sospechar una PNA son la fiebre y el dolor en la fosa lumbar, aunque no son sistemáticos. La clasificación de la pielonefritis en tres niveles de gravedad permite determinar si el manejo será ambulatorio o no, la duración del tratamiento y la elección del antibiótico. La única prueba diagnóstica esencial es el estudio citobacteriológico de orina, que debe realizarse a ser posible antes del tratamiento con antibióticos. A continuación, puede completarse con una ecografía o una tomografía computarizada (mejor rendimiento) para confirmar el diagnóstico y descartar algunas complicaciones o factores de gravedad. En pacientes seleccionados puede proponerse un tratamiento ambulatorio en caso de PNA simple. En cambio, la hospitalización sigue siendo aconsejable en caso de PNA grave o de riesgo de complicaciones. Las fluoroquinolonas siguen siendo el tratamiento oral de primera línea para la pielonefritis simple, aunque su uso está ahora más regulado por la European Medicines Agency y, en Francia, por la Agence Française de Sécurité Sanitaire des Produits de Santé. En presencia de PNA «grave», definida según una puntuación qSOFA (quick sequential [sepsis-related] organ failure assessment) de 2 o más y/o asociada a obstrucción de las vías excretoras superiores, debe administrarse con urgencia un tratamiento antibiótico dual intravenoso con C3G (cefalosporina de tercera generación) y amikacina. En caso de obstrucción, la derivación de las vías urinarias es inevitable y debe realizarse con urgencia. Además del tratamiento inicial, es fundamental considerar la pielonefritis aguda como la manifestación de una disfunción anatómica o funcional del aparato urinario. A continuación, un urólogo debe realizar una evaluación etiológica para limitar los riesgos individuales y colectivos de infecciones repetidas.
急性肾盂肾炎(PNA)占因尿路感染入院的25%。受影响最大的是妇女和极端年龄组。引起急性弛缓性麻痹的主要症状是发烧和腰痛,但这些症状并不常见。将肾盂肾炎分为三个严重级别,可以决定是否进行门诊治疗、治疗时间和抗生素的选择。唯一必要的诊断测试是尿液细胞细菌学测试,如果可能的话,应该在使用抗生素治疗之前进行。然后,它可以通过计算机断层扫描或超声波(性能更好)来完成,以确认诊断,并排除一些并发症或严重因素。在选定的患者中,可以为简单的NAP提供门诊治疗。然而,对于严重的急性呼吸道感染或有并发症风险的患者,仍然建议住院治疗。氟喹诺酮类药物仍然是治疗简单肾小球肾炎的一线口服药物,尽管它们的使用现在受到欧洲药品管理局(European Medicines Agency)和法国卫生产品安全机构(Agence Francaise de Securite Sanitaire des product de Sante)的更多监管。如果出现“严重”的NAP,定义为qSOFA(快速顺序[脓毒症相关]器官失效评估)评分为2或以上和/或与上呼吸道阻塞相关,应紧急使用C3G(第三代头孢菌素)和阿米卡星进行双静脉抗生素治疗。在发生阻塞的情况下,尿道分流是不可避免的,必须紧急进行。除了最初的治疗外,重要的是要将急性肾盂肾炎视为泌尿系统解剖或功能障碍的表现。然后,泌尿科医生应该进行病因学评估,以限制个人和群体再次感染的风险。