{"title":"Artrosis de la mano y la muñeca","authors":"I. Slotine , A. Courties","doi":"10.1016/S1286-935X(25)50481-1","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><div>La artrosis de la mano es una afección frecuente en las consultas de medicina general o reumatología. Es responsable de dolores mecánicos en las manos, rigidez y deformaciones que a veces pueden acarrear considerables perjuicios funcionales y estéticos. En la artrosis de la mano, la rizartrosis (artrosis de la base del pulgar) difiere de la artrosis de los dedos largos en sus factores de riesgo, presentación clínica y tratamiento. La artrosis de los dedos largos es una enfermedad heterogénea que puede ser nodular, inflamatoria o erosiva. Los principales factores de riesgo son la edad, el sexo femenino, la menopausia, la herencia y factores sistémicos modificables como la obesidad. El diagnóstico de artrosis de la mano es clínico y debe confirmarse mediante radiografías. Suele ser fácil en su forma simple, pero puede ser más complejo, en particular en el caso de la artrosis erosiva de las manos, que a veces puede confundirse con la artropatía psoriásica. Las recomendaciones europeas publicadas en 2018 por la European League Against Rheumatism (EULAR) orientan a los médicos en cuanto al tratamiento en función de las diferentes presentaciones clínicas. El tratamiento de la artrosis de la mano se basa en medidas no farmacológicas, como el autoejercicio y el uso de ortesis, y farmacológicas, con tratamientos tópicos locales o sistémicos en función de los síntomas. En caso de lesiones resistentes a un tratamiento médico bien controlado, puede proponerse al paciente un tratamiento quirúrgico, en consulta con un especialista en cirugía de la mano. La artrosis de la muñeca es mucho menos frecuente y siempre secundaria. Por lo tanto, debe buscarse una etiología como el reumatismo inflamatorio crónico, la condrocalcinosis o un antecedente de traumatismo.</div></div>","PeriodicalId":100412,"journal":{"name":"EMC - Aparato Locomotor","volume":"58 2","pages":"Pages 1-11"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2025-05-29","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Aparato Locomotor","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1286935X25504811","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
La artrosis de la mano es una afección frecuente en las consultas de medicina general o reumatología. Es responsable de dolores mecánicos en las manos, rigidez y deformaciones que a veces pueden acarrear considerables perjuicios funcionales y estéticos. En la artrosis de la mano, la rizartrosis (artrosis de la base del pulgar) difiere de la artrosis de los dedos largos en sus factores de riesgo, presentación clínica y tratamiento. La artrosis de los dedos largos es una enfermedad heterogénea que puede ser nodular, inflamatoria o erosiva. Los principales factores de riesgo son la edad, el sexo femenino, la menopausia, la herencia y factores sistémicos modificables como la obesidad. El diagnóstico de artrosis de la mano es clínico y debe confirmarse mediante radiografías. Suele ser fácil en su forma simple, pero puede ser más complejo, en particular en el caso de la artrosis erosiva de las manos, que a veces puede confundirse con la artropatía psoriásica. Las recomendaciones europeas publicadas en 2018 por la European League Against Rheumatism (EULAR) orientan a los médicos en cuanto al tratamiento en función de las diferentes presentaciones clínicas. El tratamiento de la artrosis de la mano se basa en medidas no farmacológicas, como el autoejercicio y el uso de ortesis, y farmacológicas, con tratamientos tópicos locales o sistémicos en función de los síntomas. En caso de lesiones resistentes a un tratamiento médico bien controlado, puede proponerse al paciente un tratamiento quirúrgico, en consulta con un especialista en cirugía de la mano. La artrosis de la muñeca es mucho menos frecuente y siempre secundaria. Por lo tanto, debe buscarse una etiología como el reumatismo inflamatorio crónico, la condrocalcinosis o un antecedente de traumatismo.