{"title":"Cirugía de los quistes y fístulas del dorso nasal","authors":"N. Teissier, T. Van Den Abbeele","doi":"10.1016/S1635-2505(25)50052-X","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><div>Los quistes y fístulas del dorso nasal son malformaciones congénitas raras que se caracterizan por un crecimiento progresivo del quiste, la posibilidad de una extensión endocraneal y un riesgo de sobreinfección en el caso de las fístulas. Idealmente, hay que realizar la resección quirúrgica antes del primer episodio infeccioso para limitar la afectación cutánea y las complicaciones endocraneales. Por tanto, es indispensable establecer lo antes posible, desde que se descubre la fístula o el quiste, si es una de estas dos lesiones exclusivamente nasal, o si existe un trayecto endocraneal. La elección de las vías de acceso depende de su topografía respecto a la base del cráneo a la duramadre, así como de la existencia de un trayecto fistuloso. La intervención se puede realizar exclusivamente por el otorrinolaringólogo o puede efectuarse con dos equipos, con la participación también de los neurocirujanos. Se debe intentar que la resección sea completa para limitar el riesgo de recidiva a distancia.</div></div>","PeriodicalId":100416,"journal":{"name":"EMC - Cirugía Otorrinolaringológica y Cervicofacial","volume":"26 1","pages":"Pages 1-10"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2025-04-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Cirugía Otorrinolaringológica y Cervicofacial","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S163525052550052X","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
Los quistes y fístulas del dorso nasal son malformaciones congénitas raras que se caracterizan por un crecimiento progresivo del quiste, la posibilidad de una extensión endocraneal y un riesgo de sobreinfección en el caso de las fístulas. Idealmente, hay que realizar la resección quirúrgica antes del primer episodio infeccioso para limitar la afectación cutánea y las complicaciones endocraneales. Por tanto, es indispensable establecer lo antes posible, desde que se descubre la fístula o el quiste, si es una de estas dos lesiones exclusivamente nasal, o si existe un trayecto endocraneal. La elección de las vías de acceso depende de su topografía respecto a la base del cráneo a la duramadre, así como de la existencia de un trayecto fistuloso. La intervención se puede realizar exclusivamente por el otorrinolaringólogo o puede efectuarse con dos equipos, con la participación también de los neurocirujanos. Se debe intentar que la resección sea completa para limitar el riesgo de recidiva a distancia.