{"title":"Oftalmología pediátrica","authors":"D. Brémond-Gignac","doi":"10.1016/S1636-5410(24)49926-1","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><div>Casi el 20% de los niños menores de 6 años presentan anomalías visuales y la detección sistemática de estas anomalías la realizan el pediatra y el médico general. Las anomalías refractivas (hipermetropía, miopía y astigmatismo) son las más frecuentes y se debe realizar su corrección óptica, si es necesario. La detección sistemática de la ambliopía y del estrabismo es esencial para evitar la discapacidad visual del adulto. La rehabilitación de la ambliopía iniciada lo más pronto y antes de los 6 años optimiza la recuperación visual. La retinopatía de la prematuridad se observa en los niños prematuros. Requiere una detección sistemática precisa y un tratamiento según los estadios evolutivos. Algunas de las patologías oculares del niño son comunes, como el ojo rojo, que puede corresponder a una conjuntivitis o una queratitis de etiología variada, infecciosa, alérgica o inflamatoria. Otras patologías son raras, pero requieren un tratamiento especializado urgente, como la leucocoria, que puede corresponder a un retinoblastoma que comprometa el pronóstico vital, una catarata congénita o una anomalía corneal. El glaucoma congénito se presenta con buftalmos y turbidez corneal. Requiere un tratamiento especializado urgente. Por último, en las afectaciones genéticas oculares (patologías raras de las que algunas son sindrómicas) se debe evaluar el fenotipo y el genotipo para optimizar el diagnóstico y el tratamiento.</div></div>","PeriodicalId":100460,"journal":{"name":"EMC - Tratado de Medicina","volume":"29 1","pages":"Pages 1-9"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2025-01-13","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Tratado de Medicina","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1636541024499261","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
Casi el 20% de los niños menores de 6 años presentan anomalías visuales y la detección sistemática de estas anomalías la realizan el pediatra y el médico general. Las anomalías refractivas (hipermetropía, miopía y astigmatismo) son las más frecuentes y se debe realizar su corrección óptica, si es necesario. La detección sistemática de la ambliopía y del estrabismo es esencial para evitar la discapacidad visual del adulto. La rehabilitación de la ambliopía iniciada lo más pronto y antes de los 6 años optimiza la recuperación visual. La retinopatía de la prematuridad se observa en los niños prematuros. Requiere una detección sistemática precisa y un tratamiento según los estadios evolutivos. Algunas de las patologías oculares del niño son comunes, como el ojo rojo, que puede corresponder a una conjuntivitis o una queratitis de etiología variada, infecciosa, alérgica o inflamatoria. Otras patologías son raras, pero requieren un tratamiento especializado urgente, como la leucocoria, que puede corresponder a un retinoblastoma que comprometa el pronóstico vital, una catarata congénita o una anomalía corneal. El glaucoma congénito se presenta con buftalmos y turbidez corneal. Requiere un tratamiento especializado urgente. Por último, en las afectaciones genéticas oculares (patologías raras de las que algunas son sindrómicas) se debe evaluar el fenotipo y el genotipo para optimizar el diagnóstico y el tratamiento.