{"title":"Tumores benignos del páncreas exocrino","authors":"L. Aguilera Munoz MD , V. Rebours MD","doi":"10.1016/S1636-5410(24)49312-4","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>Los tumores benignos exocrinos del páncreas son lesiones quísticas, esencialmente. Se distinguen las neoplasias papilares y mucinosas intraductales, los tumores mucinosos quísticos, los cistoadenomas serosos y los tumores sólidos pseudopapilares de páncreas. Los tumores benignos del páncreas exocrino, sólidos, están representados por las PanIN (neoplasias intraepiteliales pancreáticas). Las formas seudotumorales de pancreatitis y los seudoquistes no son tumores y forman parte de los diagnósticos diferenciales. La detección de lesiones quísticas en el páncreas (LQP), en particular fortuita, es una situación cada vez más frecuente debido a los avances en las prestaciones de las pruebas de imagen convencionales. La prevalencia aproximada de las LQP ronda el 20% en la población general y aumenta con la edad, especialmente después de los 70 años. Por consiguiente, es esencial conocer sus características clínicas y morfológicas, para poder establecer un diagnóstico preciso. Algunas de estas lesiones son preneoplásicas, por lo que no hay que descuidar (ni relajar) la vigilancia, en particular en caso de neoplasia papilar y mucinosa intraductal de páncreas (NPMI). La tomografía axial computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) (con wirsungrafía mediante RM) son las pruebas de imagen de elección; sin embargo, en caso de duda diagnóstica, se debe proponer de inmediato una ecoendoscopia.</p></div>","PeriodicalId":100460,"journal":{"name":"EMC - Tratado de Medicina","volume":"28 3","pages":"Pages 1-7"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2024-06-18","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Tratado de Medicina","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1636541024493124","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
Los tumores benignos exocrinos del páncreas son lesiones quísticas, esencialmente. Se distinguen las neoplasias papilares y mucinosas intraductales, los tumores mucinosos quísticos, los cistoadenomas serosos y los tumores sólidos pseudopapilares de páncreas. Los tumores benignos del páncreas exocrino, sólidos, están representados por las PanIN (neoplasias intraepiteliales pancreáticas). Las formas seudotumorales de pancreatitis y los seudoquistes no son tumores y forman parte de los diagnósticos diferenciales. La detección de lesiones quísticas en el páncreas (LQP), en particular fortuita, es una situación cada vez más frecuente debido a los avances en las prestaciones de las pruebas de imagen convencionales. La prevalencia aproximada de las LQP ronda el 20% en la población general y aumenta con la edad, especialmente después de los 70 años. Por consiguiente, es esencial conocer sus características clínicas y morfológicas, para poder establecer un diagnóstico preciso. Algunas de estas lesiones son preneoplásicas, por lo que no hay que descuidar (ni relajar) la vigilancia, en particular en caso de neoplasia papilar y mucinosa intraductal de páncreas (NPMI). La tomografía axial computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) (con wirsungrafía mediante RM) son las pruebas de imagen de elección; sin embargo, en caso de duda diagnóstica, se debe proponer de inmediato una ecoendoscopia.