{"title":"Vigilancia del embarazo normal","authors":"P.-F. Ceccaldi , I. Ben M’Barek-Jauvion","doi":"10.1016/S1283-081X(24)49317-X","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"<div><p>La vigilancia prenatal del embarazo normal forma parte de un protocolo de acompañamiento que garantiza la anticipación de los riesgos maternofetales. El elemento más importante de la prevención es la información a las mujeres, en particular la relativa a algunas enfermedades infecciosas y al consumo de sustancias tóxicas (alcohol, tabaco, cannabis y otras sustancias). La continuidad de la asistencia es fundamental para la seguridad y el bienestar tanto de la madre como del niño y suele organizarse entre un seguimiento en atención primaria y en la maternidad. La organización en redes perinatales implica a médicos de atención primaria y hospitalarios, ginecólogos-obstetras, matronas y médicos generales. Están previstas siete consultas prenatales, detecciones sistemáticas sanguíneas y tres ecografías. Se pueden añadir consultas preconcepcionales y una entrevista prenatal precoz (a partir del 4.° mes) en función de los antecedentes de la paciente y de sus deseos. La consulta del primer trimestre es determinante, ya que detecta los embarazos con un riesgo especial y permite orientar a la embarazada hacia un seguimiento más adecuado. El seguimiento mensual permite detectar patologías o riesgos potenciales. Las sesiones de preparación y las consultas del final del embarazo permiten preparar el parto y el posparto. Las consultas no programadas, o urgentes, son parte integrante del seguimiento de un embarazo.</p></div>","PeriodicalId":100423,"journal":{"name":"EMC - Ginecología-Obstetricia","volume":"60 3","pages":"Pages 1-15"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2024-08-22","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"EMC - Ginecología-Obstetricia","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1283081X2449317X","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
La vigilancia prenatal del embarazo normal forma parte de un protocolo de acompañamiento que garantiza la anticipación de los riesgos maternofetales. El elemento más importante de la prevención es la información a las mujeres, en particular la relativa a algunas enfermedades infecciosas y al consumo de sustancias tóxicas (alcohol, tabaco, cannabis y otras sustancias). La continuidad de la asistencia es fundamental para la seguridad y el bienestar tanto de la madre como del niño y suele organizarse entre un seguimiento en atención primaria y en la maternidad. La organización en redes perinatales implica a médicos de atención primaria y hospitalarios, ginecólogos-obstetras, matronas y médicos generales. Están previstas siete consultas prenatales, detecciones sistemáticas sanguíneas y tres ecografías. Se pueden añadir consultas preconcepcionales y una entrevista prenatal precoz (a partir del 4.° mes) en función de los antecedentes de la paciente y de sus deseos. La consulta del primer trimestre es determinante, ya que detecta los embarazos con un riesgo especial y permite orientar a la embarazada hacia un seguimiento más adecuado. El seguimiento mensual permite detectar patologías o riesgos potenciales. Las sesiones de preparación y las consultas del final del embarazo permiten preparar el parto y el posparto. Las consultas no programadas, o urgentes, son parte integrante del seguimiento de un embarazo.