{"title":"Tras los Trazos Históricos del Bicentenario Nicaragüense","authors":"Uwe Paul Cruz Olivas","doi":"10.5377/hcs.v8i88.13539","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"En conmemoración del bicentenario de Centroamérica, nace este articulo con el objetivo fundamental, de analizar los contenidos políticos y filosóficos que nos han trasmitido durante estos 200 años de independencia del imperio hispánico. Para ello, nos remontaremos a la antigua Capitanía General de la Asunción de Guatemala, virreinato español, que vivió su independencia, sin derramar ni una gota de sangre. Suceso completamente diferente a las luchas que emprendió México o Suramérica, donde se libraron guerras sangrientas como la que protagonizaron Morelos, Simón Bolívar, José Antonio Sucre, Artigas, O´Higgins, San Martín, Céspedes o José Martí en Cuba. La historia de Centroamérica, ha sido muchas veces falseada por intereses políticos y religiosos, sumado a que gran parte de esa historiografía regional, se ha visto marcada, con amplios matices de colonialismo, chouvinismo, fetichismo y neocolonialismo, casualmente muchas de las imprecisiones histórica en el continente americano, radica en alimentar la llamada “maldición de malinche” y así justificar los antecedentes históricos de la colonia y la modernidad. Habiendo cientos de documentos, que exaltan repetitivamente la superioridad europea, ante la supuesta tiranía e idolatría autóctona americana, siendo abundante los autores que se apasiona con el romanticismo greco-romano, para así justificar su xenofilia y xenolatría política, dando paso a la construcción o concepción de la modernidad hegemónica, bajo todos sus matices eurocéntricos. En la provincia de Nicaragua, de los pocos intelectuales que se atrevieron a “rebelarse”, al sistema colonial fue Miguel Larreynaga, junto al hondureño José Cecilio del Valle, quienes redactaron el acta de independencia, dando lugar al gobierno presidido justamente por el español Gabino Gainza; quien además de convertirse en presidente, fue llamado “insigne” de la independencia de Centroamérica, a pesar que claramente obedecía siempre al interés peninsular y criollo, que buscaba evitar el pago de tributos a la corona española. Casualmente, así se empezó a construir los hechos históricos, que marcó la independencia centroamericana, construyendo el concepto de “próceres” de la emancipación a los mismos españoles, el mejor caso es del mencionado señor “Gabino Gainza”.","PeriodicalId":206636,"journal":{"name":"Revista Humanismo y Cambio Social","volume":"63 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2021-11-16","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Revista Humanismo y Cambio Social","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.5377/hcs.v8i88.13539","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
En conmemoración del bicentenario de Centroamérica, nace este articulo con el objetivo fundamental, de analizar los contenidos políticos y filosóficos que nos han trasmitido durante estos 200 años de independencia del imperio hispánico. Para ello, nos remontaremos a la antigua Capitanía General de la Asunción de Guatemala, virreinato español, que vivió su independencia, sin derramar ni una gota de sangre. Suceso completamente diferente a las luchas que emprendió México o Suramérica, donde se libraron guerras sangrientas como la que protagonizaron Morelos, Simón Bolívar, José Antonio Sucre, Artigas, O´Higgins, San Martín, Céspedes o José Martí en Cuba. La historia de Centroamérica, ha sido muchas veces falseada por intereses políticos y religiosos, sumado a que gran parte de esa historiografía regional, se ha visto marcada, con amplios matices de colonialismo, chouvinismo, fetichismo y neocolonialismo, casualmente muchas de las imprecisiones histórica en el continente americano, radica en alimentar la llamada “maldición de malinche” y así justificar los antecedentes históricos de la colonia y la modernidad. Habiendo cientos de documentos, que exaltan repetitivamente la superioridad europea, ante la supuesta tiranía e idolatría autóctona americana, siendo abundante los autores que se apasiona con el romanticismo greco-romano, para así justificar su xenofilia y xenolatría política, dando paso a la construcción o concepción de la modernidad hegemónica, bajo todos sus matices eurocéntricos. En la provincia de Nicaragua, de los pocos intelectuales que se atrevieron a “rebelarse”, al sistema colonial fue Miguel Larreynaga, junto al hondureño José Cecilio del Valle, quienes redactaron el acta de independencia, dando lugar al gobierno presidido justamente por el español Gabino Gainza; quien además de convertirse en presidente, fue llamado “insigne” de la independencia de Centroamérica, a pesar que claramente obedecía siempre al interés peninsular y criollo, que buscaba evitar el pago de tributos a la corona española. Casualmente, así se empezó a construir los hechos históricos, que marcó la independencia centroamericana, construyendo el concepto de “próceres” de la emancipación a los mismos españoles, el mejor caso es del mencionado señor “Gabino Gainza”.