Maura J Petro Oropeza, Samuel Rodríguez Sanchez, Carlos Sanchez Fuentes, Moisés Sánchez Manrique, Isaias Viloria Rodríguez, Edwin Escobar Guevara
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Abstract
Este trabajo es una revisión bibliográfica que compara la inmunidad anti-SARS-CoV-2 inducida por la infección natural y la inducida por vacunación, para entender las particularidades de la respuesta en cada caso, así como sus ventajas y desventajas. Se escogieron artículos que reportaran la medición de concentración de anticuerpos séricos, determinantes de inmunidad celular y/o evolución clínica de los pacientes. Se encontró que: A) Los pacientes recuperados de una infección por SARS-CoV-2 presentaron una respuesta mayor y más heterogénea de anticuerpos y células B de memoria que los pacientes vacunados, con un mayor número de linfocitos T CD4+, que cooperan con la diferenciación de linfocitos B y con la producción de anticuerpos neutralizantes. B) La vacunación previene la tormenta de citocinas asociada a la infección natural. C) Dos dosis de una vacuna basada en ARN mensajero logran una concentración de anticuerpos de clase IgG prácticamente igual a la de los pacientes severamente enfermos, pero sin el daño a los nódulos linfáticos asociado a la infección natural. D) Se puede aumentar el número de linfocitos B administrando dosis de refuerzo de la vacuna. Si bien, tanto la vacunación como la infección natural generan respuestas anti-SARS-CoV-2 significativas, la vacunación es el método más seguro para proteger a la población, pues evita el riesgo a la inmunopatología y a la mortalidad asociados con la infección natural. Más aún, la inmunidad híbrida (aquella que adquieren los pacientes que superaron la infección natural y fueron después vacunados) induce una producción de anticuerpos capaces de neutralizar por completo al SARS-CoV-2.