{"title":"人文主义、健康和方法技术","authors":"J. Díez","doi":"10.4321/S1132-12962014000300001","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Parece que durante las últimas décadas los términos ‘tecnología’ y ‘humanismo’ no han conjugado muy bien en salud, sino más bien lo contrario, y cuando hablamos de tecnología lo hacemos en el sentido de una barrera establecida entre los profesionales de la salud y los pacientes, que ha llevado a una asistencia menos cercana o alejada de ese enfoque de atención centrada en el paciente y en definitiva, menos humana. Cierto es que el humanismo es un concepto que ha evolucionado al ritmo que lo ha hecho la sociedad, y la denominada sociedad del conocimiento ha emergido apoyada en una serie de tecnologías que no solo aportan información, sino que han transformado la forma en que nos comunicamos y relacionamos, generando un nuevo contexto y derivando en un nuevo tipo de humanismo denominado ‘humanismo digital’. Todo ello nos hace preguntarnos cuál es el papel de las llamadas ‘nuevas tecnologías’ en el ámbito de la salud y su implicación en la asistencia sanitaria, sobre todo de aquellas que están más centradas en el aspecto social, a las que denominaremos ‘tecnologías de acercamiento’. Para acercarnos a esta cuestión, podemos formularnos las siguientes preguntas: ¿es la tecnología la única responsable de la deshumanización de la salud?, ¿puede contribuir a su restitución?, y finalmente ¿puede constituirse en un factor humanizante por sí misma? Cuando hablamos de humanismo surgen una serie de conceptos relacionados con distintas aproximaciones: humanismo como visión del mundo, como movimiento cultural, personas humanistas, estudio de las humanidades, etc. Los distintos términos han ido evolucionando con el paso del tiempo hasta nuestros días, a partir de aquel humanismo que fue impulsado el siglo XIV en Italia, de la mano de Francesco Petrarca, que retoma el humanismo griego y busca una nueva concepción del hombre y su educación. 1 En realidad todos los conceptos comparten una característica común, que es su preocupación por el hombre y la dignidad del ser humano, en términos de respeto por los valores propios de la humanidad, lo que deriva en una actitud humanista. 2 Podemos hablar entonces de humanismo como una visión del mundo, de humanista como una actitud personal y de humanidades como un enfoque formativo. Del mismo modo, cuando mencionamos el humanismo en salud hacemos referencia a esa actitud de tratar a las personas con dignidad y respeto, a modelos de relación y asistencia centrados en la persona y al tratamiento del ser humano en su conjunto, de una forma integral. La relación entre humanismo y tecnologías no ha sido históricamente buena. En la segunda mitad del siglo XX se empieza a hablar de una cierta deshumanización en la asistencia sanitaria, 3 atribuida en gran parte al imparable avance de la tecnología en el ámbito de la salud y la hiperespecialización de los profesionales. Hechos que sin duda han contribuido al avance y mejora de la salud de las personas, pero que también han derivado en una pérdida de la visión integral del ser humano, hacia una fragmentación de la asistencia. 4","PeriodicalId":34969,"journal":{"name":"Index de Enfermeria","volume":"23 1","pages":"197-199"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2014-12-01","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"2","resultStr":"{\"title\":\"Humanismo, salud y tecnologías de acercamiento\",\"authors\":\"J. 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Parece que durante las últimas décadas los términos ‘tecnología’ y ‘humanismo’ no han conjugado muy bien en salud, sino más bien lo contrario, y cuando hablamos de tecnología lo hacemos en el sentido de una barrera establecida entre los profesionales de la salud y los pacientes, que ha llevado a una asistencia menos cercana o alejada de ese enfoque de atención centrada en el paciente y en definitiva, menos humana. Cierto es que el humanismo es un concepto que ha evolucionado al ritmo que lo ha hecho la sociedad, y la denominada sociedad del conocimiento ha emergido apoyada en una serie de tecnologías que no solo aportan información, sino que han transformado la forma en que nos comunicamos y relacionamos, generando un nuevo contexto y derivando en un nuevo tipo de humanismo denominado ‘humanismo digital’. Todo ello nos hace preguntarnos cuál es el papel de las llamadas ‘nuevas tecnologías’ en el ámbito de la salud y su implicación en la asistencia sanitaria, sobre todo de aquellas que están más centradas en el aspecto social, a las que denominaremos ‘tecnologías de acercamiento’. Para acercarnos a esta cuestión, podemos formularnos las siguientes preguntas: ¿es la tecnología la única responsable de la deshumanización de la salud?, ¿puede contribuir a su restitución?, y finalmente ¿puede constituirse en un factor humanizante por sí misma? Cuando hablamos de humanismo surgen una serie de conceptos relacionados con distintas aproximaciones: humanismo como visión del mundo, como movimiento cultural, personas humanistas, estudio de las humanidades, etc. Los distintos términos han ido evolucionando con el paso del tiempo hasta nuestros días, a partir de aquel humanismo que fue impulsado el siglo XIV en Italia, de la mano de Francesco Petrarca, que retoma el humanismo griego y busca una nueva concepción del hombre y su educación. 1 En realidad todos los conceptos comparten una característica común, que es su preocupación por el hombre y la dignidad del ser humano, en términos de respeto por los valores propios de la humanidad, lo que deriva en una actitud humanista. 2 Podemos hablar entonces de humanismo como una visión del mundo, de humanista como una actitud personal y de humanidades como un enfoque formativo. Del mismo modo, cuando mencionamos el humanismo en salud hacemos referencia a esa actitud de tratar a las personas con dignidad y respeto, a modelos de relación y asistencia centrados en la persona y al tratamiento del ser humano en su conjunto, de una forma integral. La relación entre humanismo y tecnologías no ha sido históricamente buena. En la segunda mitad del siglo XX se empieza a hablar de una cierta deshumanización en la asistencia sanitaria, 3 atribuida en gran parte al imparable avance de la tecnología en el ámbito de la salud y la hiperespecialización de los profesionales. Hechos que sin duda han contribuido al avance y mejora de la salud de las personas, pero que también han derivado en una pérdida de la visión integral del ser humano, hacia una fragmentación de la asistencia. 4