"A san Roque invocamos para que la peste y los males pasen de lado". Reacciones, creencias y devociones en relación con la peste durante la Edad Media

Con la irrupción de la peste negra en el siglo XIV, la sociedad europea buscó auxilio en diferentes santos y advocaciones marianas. San Sebastián, san Roque, san Antonio Abad y san Cristóbal, así como la Virgen de la Misericordia, entre otros, se convirtieron en algunos de los intercesores más queridos por el pueblo. Con el presente artículo, se pretende analizar los modos de representación de los mencionados santos en relación con su patronazgo frente a la peste, haciendo especial hincapié en algunas obras artísticas de interesante iconografía (gonfaloni italianos, imágenes de los catorce intercesores, o Vierzehnheiligen, en alemán...), pero también nos acercaremos a las interpretaciones sobre el origen de la epidemia que se dieron en la época y los modos en los que, una vez esta hubo desaparecido, se dio gracias al cielo por su ayuda. Todo ello con varias referencias a su influjo y permanencia en siglos posteriores.