El potencial de las artes para imaginar otra educación. Aprendiendo de movimientos, posiciones y tránsitos en el caso del I. E. Pepa Colomer

El presente artículo invita a pensar en experiencias sobre aprender en las que la praxis artística se sumerge transversalmente dentro de un instituto-escuela, en este caso el I. E. Pepa Colomer; en primer lugar, se presenta brevemente un marco referencial que fundamenta el trabajo en esta línea, poniendo especial atención en la potencialidad de las artes para reimaginar los procesos educativos. Para ello, la noción de imaginación social propuesta por Maxine Greene (1973, 1995) ayuda a pensar las conexiones entre dos mundos aparentemente distantes (Martínez 2020), donde su conjunción permite generar espacios para la transformación y la transgresión política de la educación. De esta forma, las artes favorecen la conexión entre lo individual y lo colectivo, y habilitan capacidades agenciales (Mahlknecht 2017) tanto a estudiantes y docentes como al centro educativo en sí mismo. En segundo lugar, planteando la necesidad de vincular la educación reglada con la sociedad y la cultura en la que se inscribe, se reflexiona en torno a las posibilidades y las tensiones de las artes para detonar modos de aprender juntas que traspasan las propias aulas y los contenidos disciplinares. Todo ello con el trabajo colaborativo de docentes del I. E. Pepa Colomer y educadoras externas vinculadas con la vida cultural de la ciudad en la que se ubica. Al respecto, la experiencia de la que damos cuenta muestra la confluencia de un proyecto artístico de centro con proyectos externos generados desde entidades culturales que invitan a imaginar modos de aprender colectivos que afectan a la vida tanto dentro como fuera de la comunidad educativa.