El espíritu del valle en la decolonialidad planetaria: puerta ancha en la recivilización del conocer en la educación

El espíritu del valle representa la apertura que trae todas las opulencias del saber humano, en el que sigue brillando el centenario, la luz de Edgar Morín en 101 años de vida y en la creación de sus obras. La inclusión profunda de la decolonialidad planetaria es la apertura de la espiritualidad del valle que nos insta a complejizarnos y complejizar a la luz de la complejidad en cualquiera de sus sentidos: cosmovisión, teoría o transmetodología. Debajo de la apertura de la línea de investigación: decolonialidad planetaria-compleción en re-ligación , fundamentamos el espíritu del valleen la decolonialidad planetaria como en la puerta ancha en la recivilización del saber en la educación, en la vida, en el ser humano en general. Se realizó con el transmétodo de la hermenéutica comprensiva ecosófica y diatópica en los momentos: analítico, empírico y proposicional. En el momento proposicional en los rizomas, se concluye que: todo ser humano debe buscar la sabiduría como máxima formación; la educación debe fomentar un pensamiento metacognitivo profundo y de alto nivel. Las obras de Edgar Morín recuperan el espíritu del valle , como una sátira del amor que dice que dentro de nosotros hay un potencial por desplegar; utilizando toda nuestra conformación compleja: naturaleza-cuerpo-mente-alma-espíritu-Dios.Sí, tomemos conciencia y consciencia de que es urgente desvincular y volver a vincular los problemas del planeta, nos urge a un cambio radical en la docencia, en la educación, volvamos al legado freiriano, a complicar nuestra dura realidad, para empoderar a nuestros estudiantes a buscar su liberación.