FRONTERAS DE CARNE Y HUESO: BUSCANDO EL LUGAR DONDE CRECER

Este estudio utilizó entrevistas semiestructuradas para explorar las experiencias de jóvenes provenientes de Brasil, Perú, Paraguay, Argentina y Chile que migraron a Bolivia, así como de jóvenes bolivianos que se trasladaron a los mencionados países. Los resultados muestran que, en un contexto de sincretismo, los migrantes incorporan elementos de la cultura local (modismos, formas de protesta social, etcétera) sin renegar de su propia matriz cultural. Ese hibridismo contribuye a la diversidad y al tejido social en países fronterizos. En su reverso, los resultados también reflejan episodios de xenofobia que afectan a la integración y al bienestar emocional de los extranjeros.