Ausencia y presencia del cañón de la “comuna de Barranca”: búsqueda del monumento, símbolo de la participación obrera durante el poder popular

Los lugares de la memoria como desarrollos del campo de estudio de la memoria colectiva han cobrado relevancia para la compresión de los conflictos violentos y la manera como una comunidad elabora o gestiona su pasado. Los acontecimientos del 9 de abril de 1948, en Barrancabermeja, donde una junta revolucionaria creó un tipo de gobierno popular, dan cuenta de una férrea organización que parece cimentada en tradiciones y aprendizajes heredados de las huelgas petroleras. Algunos cañones fabricados por los obreros durante la experiencia revolucionaria fueron conservados por el Ejército nacional, y uno de estos, puesto durante décadas como monumento en la fachada del Batallón Nueva Granada, hasta que fue retirado y reemplazado. Para mantener la memoria del monumento hecho por los obreros, se despliega un ejercicio de búsqueda que acude ante autoridades militares y judiciales, con el objetivo de indagar su paradero y resaltar su valor histórico y cultural, entre la pugna de una versión oficial y otra memoria colectiva, que abre la discusión sobre la convergencia de la historia con los derechos humanos y la defensa de estos lugares, desde la perspectiva del derecho a la verdad y a la memoria histórica que tienen las víctimas y las sociedades que han sufrido daños por experiencias de violencia política.