{"title":"Anti-stigma Practices as the Linchpin of Community Work in Mental Health","authors":"Pamela Grandón","doi":"10.7728/0701201607","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Stigma is the main cause of suffering in people who receive a psychiatric diagnosis. Hence, the “Moonlight” Rehabilitation Center decided to annually organize the “anti-stigma” sessions, aimed to generate a reflection, debate and synergy space of experiences in order to fight stigma and protect the rights of people in mental health. These sessions are based on a research model of community participation that includes a managing team and different local actors. The information obtained in these sessions was analyzed by means of qualitative techniques. The products and effects that evidence the value of following this inclusive model have been developed: generation of documents on discrimination, stigma and promotion of rights; new promotion spaces of right in mental health and strategic alliances with health networks, higher education, private foundations and organizations of users with psychiatric diagnoses. Global Journal of Community Psychology Practice Volume 7, Issue 1S February 2016 Global Journal of Community Psychology Practice, http://www.gjcpp.org/ Page 3 Ser etiquetada/o con un diagnóstico psiquiátrico significa un antes y un después en la vida de una persona. Su propósito vital y relaciones sociales giran respecto a lo que se había trazado, provocando efectos negativos para sí y su familia; uno de esos efectos es el estigma. Goffman (1963) define estigma como un atributo degradante que deteriora la identidad de una persona y la inhabilita para una plena aceptación social. El estigma refiere a etiquetamiento, pérdida de estatus y discriminación de una persona que presenta una característica evaluada como negativa por la comunidad (Corrigan & O'Shaughnessy, 2007; Link & Phelan, 2001). El estigma se relaciona con la identidad social y con la categorización que la sociedad aplica a las personas, donde el exogrupo u otredad es estereotipado y desvalorizado (Link & Phelan, 2001). El estigma hacia las personas con diagnósticos psiquiátricos se evidencia en conductas de coerción, infantilización y segregación (Corrigan & O'Shaughnessy, 2007; Mestdagh, 2014). Esto tiene diversas consecuencias para las personas entre las cuales están: disminución de oportunidades laborales y redes sociales, menor acceso a vivienda, atención de salud, restricción de sus derechos en función del diagnóstico, aumento de la vulnerabilidad social y disminución de la autoestima (Arboleda-Flores & Stuart, 2012; Mascayano, Tapia, Castro, Mena & Manchego, 2015; Sharac, Mccrone, Clement, & Thornicroft, 2010). El estigma afecta directamente la recuperación de las personas, entendida ésta como un proceso de reconstrucción de la identidad con apoyo del grupo social para dotar de significado sus experiencias vitales y adquirir control sobre su tratamiento (Slade, Leamy, Bacon, Janosik, et al., 2012). La recuperación permite que se pueda construir un proyecto de vida más allá del sufrimiento generado por un trastorno mental (Bellack, 2006). Para recuperarse es fundamental participar de la vida en comunidad, siempre que ésta valore a las personas diferentes. También es central que los servicios de atención en salud reconozcan la autoridad de los usuarios para decidir sobre vidas (Slade et al., 2012). El advenimiento de un modelo de salud mental comunitaria (SMC) propició el abordaje del estigma, estableciendo que la inclusión social de personas con diagnóstico psiquiátrico requería la apertura y respeto de la comunidad (Ornelas, Vargas-Moniz, & Duarte, 2010). Por tanto, el estigma es un problema de salud pública que traspasa los límites sanitarios constituyéndose como una demanda de justicia social (Corrigan, Watson, Byrne, & Davis, 2005; Stuart, 2005). En esta línea, se está trabajando desde un enfoque basado en derechos humanos, desarrollando intervenciones centradas en el empoderamiento de usuarios de servicios de salud mental y sus familiares (Corrigan et al., 2010; Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo, 2000; Warner, 2008;). La inclusión social y disminución del estigma implica así la recuperación de derechos y roles sociales de las personas (Corrigan, 2002; Saraceno, 2003). Desde el ejercicio de ciudadanía que pueden ejercer las personas con diagnóstico psiquiátrico se disminuyen las asimetrías de poder y se desafía el estereotipo, favoreciendo la recategorización social de este colectivo (Gaebel, Ahrens & Schlamann, 2010; Sartorius et al, 2010). Experiencias de programas de disminución del estigma, Global Journal of Community Psychology Practice Volume 7, Issue 1S February 2016 Global Journal of Community Psychology Practice, http://www.gjcpp.org/ Page 4 señalan que las intervenciones más efectivas incluyen localidades específicas y sus actores sociales, pasando a incorporarse como prácticas estables del lugar (Arboleda-Flores & Stuart, 2012). Lo ideal es promover el contacto con personas que presentan un diagnóstico psiquiátrico de forma cooperativa, en igualdad de estatus y con apoyo de autoridades (Szeto & Dobson, 2010). En Chile el año 2000 se promulgó el “Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría” que, basado en el modelo de SMC, establece lineamientos y valores de una política pública en Salud Mental. A partir de ello se diseña un modelo de atención en red, llamado “Red de salud mental y psiquiatría comunitaria” con enfoque biopsicosocial, territorial y comunitario, que promueve mejorar la calidad de vida de personas con diagnóstico psiquiátrico en su tratamiento, rehabilitación e inclusión social (Ministerio de Salud, 2001). El modelo de SMC considera a la comunidad como generadora de recursos que debe aliarse con los técnicos para enfrentar sus problemas de salud, para lo que se requiere motivar la participación y empoderamiento de las personas (Marcos & Topa, 2012; Storm & Edwards, 2013). No obstante este cambio en las políticas, la incidencia de trastornos mentales en Chile no ha disminuido, el presupuesto asignado a salud mental alcanza a 2,14% y las agrupaciones de familiares de los/as usuarios/as tienen escasa visibilidad en el modelo. En general, las personas ven limitada su participación y toma decisiones durante el tratamiento, no existen iniciativas legales que resguarden el ejercicio de su capacidad jurídica— como la tenencia de bienes—y hay un déficit en el desarrollo de políticas de inclusión educativa y laboral (Minoletti, Sepúlveda & Horvitz Lennon, 2012; Observatorio de Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad Mental, 2014; Organización Mundial de la Salud, 2014). Resulta paradójico que pese a la instalación de un modelo de salud mental comunitario en Chile se siguen reproduciendo y manteniendo la inhabilitación social y el estigma hacia las personas con diagnóstico psiquiátrico. Esto nos indica que se requiere de mayores esfuerzos para que estos objetivos se transformen en acciones concretas (Carrasco & Yuing, 2014; Ministerio de Salud, 2014; Valdés & Errázuriz, 2012). En este escenario, surge la necesidad de implementar intervenciones anti-estigma bajo el Enfoque de los Derechos Humanos, que promueva el bienestar y la libertad sobre la base de la dignidad e igualdad de todas las personas (Organización de las Naciones Unidas, 2011), visibilizando al estigma y sus expresiones como prácticas opresoras. En este contexto, el Centro de Rehabilitación Diurno “Luz de Luna” perteneciente al área sanitaria de la ciudad de Talcahuano en la región del Biobío en Chile, se dio a la tarea de organizar anualmente las jornadas “antiestigma”. El objetivo de estas jornadas fue generar un espacio de reflexión, encuentro de experiencias y desarrollo de alianzas para buscar mecanismos que faciliten la inclusión social de las personas con diagnóstico psiquiátrico. Las jornadas buscaban la validación de la otredad como factible y legítima, en donde el/la otro/a existe como sujeto de derechos. Desde esta resignificación de discursos y acciones, se ha apuntado a posicionar al estigma como una limitación para la salud mental y el bienestar humano, indicando Global Journal of Community Psychology Practice Volume 7, Issue 1S February 2016 Global Journal of Community Psychology Practice, http://www.gjcpp.org/ Page 5 que debemos transformar los contextos relacionales, fundamentalmente, en salud y educación. Este artículo pretende socializar y sistematizar el trabajo realizado a partir del desarrollo de las jornadas anti-estigma, basadas en los Derechos Humanos, como eje articulador de prácticas socio-sanitarias.","PeriodicalId":87260,"journal":{"name":"Global journal of community psychology practice","volume":"12 1","pages":""},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2016-03-15","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"1","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Global journal of community psychology practice","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.7728/0701201607","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
Stigma is the main cause of suffering in people who receive a psychiatric diagnosis. Hence, the “Moonlight” Rehabilitation Center decided to annually organize the “anti-stigma” sessions, aimed to generate a reflection, debate and synergy space of experiences in order to fight stigma and protect the rights of people in mental health. These sessions are based on a research model of community participation that includes a managing team and different local actors. The information obtained in these sessions was analyzed by means of qualitative techniques. The products and effects that evidence the value of following this inclusive model have been developed: generation of documents on discrimination, stigma and promotion of rights; new promotion spaces of right in mental health and strategic alliances with health networks, higher education, private foundations and organizations of users with psychiatric diagnoses. Global Journal of Community Psychology Practice Volume 7, Issue 1S February 2016 Global Journal of Community Psychology Practice, http://www.gjcpp.org/ Page 3 Ser etiquetada/o con un diagnóstico psiquiátrico significa un antes y un después en la vida de una persona. Su propósito vital y relaciones sociales giran respecto a lo que se había trazado, provocando efectos negativos para sí y su familia; uno de esos efectos es el estigma. Goffman (1963) define estigma como un atributo degradante que deteriora la identidad de una persona y la inhabilita para una plena aceptación social. El estigma refiere a etiquetamiento, pérdida de estatus y discriminación de una persona que presenta una característica evaluada como negativa por la comunidad (Corrigan & O'Shaughnessy, 2007; Link & Phelan, 2001). El estigma se relaciona con la identidad social y con la categorización que la sociedad aplica a las personas, donde el exogrupo u otredad es estereotipado y desvalorizado (Link & Phelan, 2001). El estigma hacia las personas con diagnósticos psiquiátricos se evidencia en conductas de coerción, infantilización y segregación (Corrigan & O'Shaughnessy, 2007; Mestdagh, 2014). Esto tiene diversas consecuencias para las personas entre las cuales están: disminución de oportunidades laborales y redes sociales, menor acceso a vivienda, atención de salud, restricción de sus derechos en función del diagnóstico, aumento de la vulnerabilidad social y disminución de la autoestima (Arboleda-Flores & Stuart, 2012; Mascayano, Tapia, Castro, Mena & Manchego, 2015; Sharac, Mccrone, Clement, & Thornicroft, 2010). El estigma afecta directamente la recuperación de las personas, entendida ésta como un proceso de reconstrucción de la identidad con apoyo del grupo social para dotar de significado sus experiencias vitales y adquirir control sobre su tratamiento (Slade, Leamy, Bacon, Janosik, et al., 2012). La recuperación permite que se pueda construir un proyecto de vida más allá del sufrimiento generado por un trastorno mental (Bellack, 2006). Para recuperarse es fundamental participar de la vida en comunidad, siempre que ésta valore a las personas diferentes. También es central que los servicios de atención en salud reconozcan la autoridad de los usuarios para decidir sobre vidas (Slade et al., 2012). El advenimiento de un modelo de salud mental comunitaria (SMC) propició el abordaje del estigma, estableciendo que la inclusión social de personas con diagnóstico psiquiátrico requería la apertura y respeto de la comunidad (Ornelas, Vargas-Moniz, & Duarte, 2010). Por tanto, el estigma es un problema de salud pública que traspasa los límites sanitarios constituyéndose como una demanda de justicia social (Corrigan, Watson, Byrne, & Davis, 2005; Stuart, 2005). En esta línea, se está trabajando desde un enfoque basado en derechos humanos, desarrollando intervenciones centradas en el empoderamiento de usuarios de servicios de salud mental y sus familiares (Corrigan et al., 2010; Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo, 2000; Warner, 2008;). La inclusión social y disminución del estigma implica así la recuperación de derechos y roles sociales de las personas (Corrigan, 2002; Saraceno, 2003). Desde el ejercicio de ciudadanía que pueden ejercer las personas con diagnóstico psiquiátrico se disminuyen las asimetrías de poder y se desafía el estereotipo, favoreciendo la recategorización social de este colectivo (Gaebel, Ahrens & Schlamann, 2010; Sartorius et al, 2010). Experiencias de programas de disminución del estigma, Global Journal of Community Psychology Practice Volume 7, Issue 1S February 2016 Global Journal of Community Psychology Practice, http://www.gjcpp.org/ Page 4 señalan que las intervenciones más efectivas incluyen localidades específicas y sus actores sociales, pasando a incorporarse como prácticas estables del lugar (Arboleda-Flores & Stuart, 2012). Lo ideal es promover el contacto con personas que presentan un diagnóstico psiquiátrico de forma cooperativa, en igualdad de estatus y con apoyo de autoridades (Szeto & Dobson, 2010). En Chile el año 2000 se promulgó el “Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría” que, basado en el modelo de SMC, establece lineamientos y valores de una política pública en Salud Mental. A partir de ello se diseña un modelo de atención en red, llamado “Red de salud mental y psiquiatría comunitaria” con enfoque biopsicosocial, territorial y comunitario, que promueve mejorar la calidad de vida de personas con diagnóstico psiquiátrico en su tratamiento, rehabilitación e inclusión social (Ministerio de Salud, 2001). El modelo de SMC considera a la comunidad como generadora de recursos que debe aliarse con los técnicos para enfrentar sus problemas de salud, para lo que se requiere motivar la participación y empoderamiento de las personas (Marcos & Topa, 2012; Storm & Edwards, 2013). No obstante este cambio en las políticas, la incidencia de trastornos mentales en Chile no ha disminuido, el presupuesto asignado a salud mental alcanza a 2,14% y las agrupaciones de familiares de los/as usuarios/as tienen escasa visibilidad en el modelo. En general, las personas ven limitada su participación y toma decisiones durante el tratamiento, no existen iniciativas legales que resguarden el ejercicio de su capacidad jurídica— como la tenencia de bienes—y hay un déficit en el desarrollo de políticas de inclusión educativa y laboral (Minoletti, Sepúlveda & Horvitz Lennon, 2012; Observatorio de Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad Mental, 2014; Organización Mundial de la Salud, 2014). Resulta paradójico que pese a la instalación de un modelo de salud mental comunitario en Chile se siguen reproduciendo y manteniendo la inhabilitación social y el estigma hacia las personas con diagnóstico psiquiátrico. Esto nos indica que se requiere de mayores esfuerzos para que estos objetivos se transformen en acciones concretas (Carrasco & Yuing, 2014; Ministerio de Salud, 2014; Valdés & Errázuriz, 2012). En este escenario, surge la necesidad de implementar intervenciones anti-estigma bajo el Enfoque de los Derechos Humanos, que promueva el bienestar y la libertad sobre la base de la dignidad e igualdad de todas las personas (Organización de las Naciones Unidas, 2011), visibilizando al estigma y sus expresiones como prácticas opresoras. En este contexto, el Centro de Rehabilitación Diurno “Luz de Luna” perteneciente al área sanitaria de la ciudad de Talcahuano en la región del Biobío en Chile, se dio a la tarea de organizar anualmente las jornadas “antiestigma”. El objetivo de estas jornadas fue generar un espacio de reflexión, encuentro de experiencias y desarrollo de alianzas para buscar mecanismos que faciliten la inclusión social de las personas con diagnóstico psiquiátrico. Las jornadas buscaban la validación de la otredad como factible y legítima, en donde el/la otro/a existe como sujeto de derechos. Desde esta resignificación de discursos y acciones, se ha apuntado a posicionar al estigma como una limitación para la salud mental y el bienestar humano, indicando Global Journal of Community Psychology Practice Volume 7, Issue 1S February 2016 Global Journal of Community Psychology Practice, http://www.gjcpp.org/ Page 5 que debemos transformar los contextos relacionales, fundamentalmente, en salud y educación. Este artículo pretende socializar y sistematizar el trabajo realizado a partir del desarrollo de las jornadas anti-estigma, basadas en los Derechos Humanos, como eje articulador de prácticas socio-sanitarias.
耻辱感是接受精神病诊断的人遭受痛苦的主要原因。因此,“月光”康复中心决定每年举办一次“反污名化”会议,旨在创造一个反思、辩论和经验协同的空间,以对抗污名化,保护心理健康人群的权利。这些会议以社区参与的研究模式为基础,其中包括一个管理团队和不同的地方行动者。在这些会议中获得的信息通过定性技术进行了分析。已经开发了证明遵循这一包容性模式的价值的产品和效果:编写关于歧视、耻辱和促进权利的文件;新的精神健康权利促进空间,并与卫生网络、高等教育机构、私人基金会和精神病诊断使用者组织结成战略联盟。《全球社区心理学实践杂志》2016年2月第7卷第15期《全球社区心理学实践杂志》http://www.gjcpp.org/第3页《Ser etiquetada/o conun diagnóstico psiquiátrico》Su propósito至关重要的是社会关系,就像一个人一样,había trazado,挑衅和影响负面para sí由Su家庭;这一现象的影响是显而易见的。Goffman(1963)将退化性和劣化性的属性定义为:通过整体的可居住性(inbilita para una plena) aceptación社会的个体身份(identidad de una persona)。人格特质的人格特质,人格特质的人格特质,人格特质的人格特质,人格特质的人格特质,人格特质的人格特质,人格特质的人格特质,人格特质的人格特质,人格特质的人格特质,人格特质的人格特质(Corrigan & O’shaughnessy, 2007;Link & Phelan, 2001)。从关系的角度看,社会的身份是由社会的身份决定的(Link & Phelan, 2001);从社会的角度看,社会的应用是由人格的身份决定的;从外在群体的角度看,社会的身份是由人格的身份决定的(Link & Phelan, 2001)。调查结果表明,犯罪嫌疑人的犯罪行为与当事人的犯罪行为有关diagnósticos psiquiátricos, infantilización y segregación (Corrigan & O’shaughnessy, 2007;Mestdagh, 2014)。“人的多样性的连续性”是指人的多样性的连续性,例如人的连续性,例如人的连续性,例如人的连续性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性,例如人的偶然性。(Arboleda-Flores & Stuart, 2012;马斯卡亚诺,塔皮亚,卡斯特罗,梅纳和曼切戈,2015;Sharac, Mccrone, Clement, & Thornicroft, 2010)。调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)调查结果表明:(1)1 .《关于如何建立一个完整的系统》(recuperación)和《关于如何建立一个完整的系统》(más) (Bellack, 2006)。Para - recover - ass是社会生活的基本参与者,是指个人价值和个人差异。可以加入es中央,洛杉矶servicios de atencion en salud reconozcan autoridad de los usuarios para decidir,维达(斯莱德et al ., 2012)。El advenimiento de un modelo de salud mental communia (SMC) propició El bordaje del estima, estableciendo que la inclusión social de personas con diagnóstico psiquiátrico requería la apertury respeto de la communidad (Ornelas, Vargas-Moniz, & Duarte, 2010)。Por tanto, el estima unproblema de salud pública que transaspasa los límites sanitarios constitution como como unjusticia de social (Corrigan, Watson, Byrne, & Davis, 2005;斯图尔特,2005)。enesta línea, se estest<e:1> trabajando desdesunenfoque basado En derechos humanos, desarrollando intervention centradas En empoderamiento despoderamiento de uuarios de servicios de saludefamilies (Corrigan等,2010;国家统一方案,2000年;华纳2008;)。La inclusión social y disminución delestma implicica así La recuperación de derechos y roles sociales de las personas (Corrigan, 2002;•萨拉瑟诺2003)。Desde el ejercicio de ciudadanía que pueden ejercer las personas con diagnóstico psiquiátrico se disminuyen las asimetrías de poder y se desafía el esterotipo, favoreciendo la recategorización social de este collectivo (Gaebel, Ahrens & Schlamann, 2010;Sartorius et al, 2010)。Experiencias de programas de disminución del estima, Global Journal of Community Psychology Practice卷7,第15期2016年2月,Global Journal of Community Psychology Practice, http://www.gjcpp.org/第4页señalan que las intervenciones más effective inclyen localidades específicas y sus actores sociales, pasando a incorporated como prácticas estables del lugar (Arboleda-Flores & Stuart, 2012)。 理想情况下,在平等地位和权威支持下,以合作的方式促进与精神病患者的接触(Szeto & Dobson, 2010)。在智利,2000年颁布了"国家精神卫生和精神病学计划",该计划以SMC模式为基础,确立了精神卫生公共政策的指导方针和价值。据此设计模式在网络,被称为“社区精神健康和精神病学”网络途径biopsicosocial领土自治和社区,促进改善生活质量的诊断精神病患者的治疗、康复和社会包容(卫生部,2001年)。SMC模式认为社区是资源的创造者,必须与技术人员联合起来解决他们的健康问题,为此需要激励人们的参与和赋权(Marcos & Topa, 2012;= =地理= =根据美国人口普查,这个县的总面积是土地和水。尽管政策发生了变化,智利的精神障碍发病率并没有下降,分配给精神卫生的预算达到2.14%,使用者的家庭群体在模型中几乎没有可见性。一般来说,人们在治疗期间的参与和决策受到限制,没有法律举措保护他们行使法律能力(如财产所有权),教育和就业包容政策的制定存在缺陷(Minoletti, sepulveda & Horvitz Lennon, 2012;智障人士人权观察,2014年;世界卫生组织,2014年)。矛盾的是,尽管智利建立了以社区为基础的精神卫生模式,但对精神病患者的社会残疾和耻辱仍在继续。这表明,需要进一步努力将这些目标转化为具体行动(Carrasco & Yuing, 2014;卫生部,2014年;valdes & errazuriz, 2012)。在这个场景中,需要部署anti-estigma干预方法下的人权,促进福利和自由和尊严的基础上给予所有人平等(联合国组织,2011年),正如我们在前文的耻辱和其词语的做法。在这方面,属于智利biobio地区塔尔卡瓦诺市卫生区的" Luz de Luna "日间康复中心承担了每年组织"反污名"日的任务。这些会议的目的是创造一个反思的空间,汇集经验和发展联盟,以寻求促进精神病患者社会包容的机制。这些会议寻求确认他者是可行的和合法的,他者作为权利的主体存在。从这个resignificación言论和行动,把它定位的耻辱作为限制全球精神健康和人类福祉,实践社区心理学杂志》7卷,《Issue 0 February 2016全球社区心理学实践,http://www.gjcpp.org/ Page 5我们必须转换关系背景,基本上,在卫生和教育。本文旨在将反污名化日的发展工作社会化和系统化,以人权为基础,将其作为社会卫生实践的轴心。