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Abstract
La tachadura hace parte del cuerpo dibujado. La densidad dada por el gesto ayuda a la presentacion de su acontecimiento. Es a lo que asiste el dibujante de la ciudad de Pasto, a la superacion de lo representativo del mundo porque ya no le es suficiente; para lo cual apela a la movilidad de una mano que no le pertenece o que cambia, con toda su naturaleza proteica acorde al movimiento singular de lo que disena en forma de visibilidad. Esta visibilidad no asiste a lo ocular, a lo retiniano, a la secularizacion de lo sagrado. Se hace visible para hacer tolerable este mundo y lo otro, como si al ilustrar no solamente se dejara constatacion de una mirada, sino la amenaza de su enceguecimiento por la fuerza con que llega la luminosidad de lo que no tiene luz. Superada la luminosidad artificial de la pintura (el esfumado y el claroscuro pictorico) ya la luz no se anade o simula que es parte del trazo, diseno y las lineas.