La Reina y las salesas: Un Escorial en la Corte. Bárbara de Braganza, la fundación del Monasterio de la Visitación y su establecimiento en la Monarquía de España
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Abstract
La reina Bárbara de Braganza escogió para la fundación que deseaba realizar en la Corte madrileña, con un sentido predilecto, una espiritualidad que había nacido en el siglo XVII, la centuria de oro de la espiritualidad francesa: se trataba de la Orden de la Visitación. En ella se desarrollaba un nuevo concepto de lo que era ser monja, todavía de clausura, aunque con la apertura a otros trabajos en la formación selecta de mujeres, con unas condiciones más adaptadas a la realidad femenina entre sus candidatas. Es la gran aportación fundacional y espiritual, en sus conceptos, de Francisco de Sales y Juana Francisca Frémyot de Chantal. Precisamente, las salesas fueron las que se encargaron de servir a estos deseos de la reina Bárbara, apoyada por su esposo, que terminarán en la construcción en Madrid de un magnífico monasterio, bien dotado en la misma Corte, que además servirá de sepultura a estos monarcas que morirán en 1758 y 1759, respectivamente y sin descendencia. Mujeres que disponían de una nueva realidad espiritual, llamadas a perpetuarse por la educación a niñas en el pensionado, algunas de estas últimas con una importante repercusión en las ideas de la Ilustración. Analizaremos lo que supuso esta nueva aportación religiosa, el proceso de establecimiento y fundación, los apoyos y oposiciones y su posterior desarrollo en la segunda mitad del siglo XVIII con el gran conjunto monástico que hoy podemos contemplar –convertido actualmente en Tribunal Supremo e iglesia de Santa Bárbara desde 1870–. Todo ello disponiendo de los documentos del Archivo del Real Monasterio de la Visitación de Madrid, establecido hoy en una nueva ubicación.