{"title":"La ortografía como factor de calidad en la educación superior. Datos para una reflexión","authors":"Sergio Suárez Ramírez, Raúl Cremades García, Miriam Suárez Ramírez","doi":"10.14516/fde.784","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Cada día resulta más evidente que los problemas ortográficos se han instalado en la Universidad y que el alumnado que cursa estudios superiores muestra poco interés en paliarlos y mucho menos en erradicarlos. Todos sus escritos académicos (exámenes, trabajos, correos electrónicos, foros o mensajes a través de plataformas virtuales, etc.) están repletos de faltas. Cuando los estudios universitarios que se realizan conducen al ejercicio profesional de la docencia (infantil, primaria o secundaria) el problema es más grave, porque, si falla el referente, está en riesgo el nivel de exigencia que se le podrá pedir a niños y jóvenes. Esta evidencia no está asociada a ámbitos geográficos concretos o campus universitarios determinados, sino que constituye una característica, negativa eso sí, del universitario del segundo milenio. Un estudio comparativo llevado a cabo en tres contextos tan distintos, como las Universidades de Málaga, Extremadura y Valladolid entre el alumnado de segundo curso del Grado de Educación Primaria en las respectivas Facultades de Educación, confirman errores ortográficos parecidos, repetidos y muy abundantes, que constatan también un escaso nivel de vocabulario. Los errores de acentuación, el empleo de H-, las confusiones entre S/X o Y/LL o las dificultades ortográficas, propias de niveles primarios, caracterizan el perfil ortográfico del alumnado universitario, consecuencia más de su falta de atención e interés, que del desconocimiento de la norma gramatical. Por su parte, el profesorado universitario asiste atónito a esta realidad. La reflexión y el análisis de los errores cometidos entre el propio alumnado pueden contribuir a su disminución.","PeriodicalId":43476,"journal":{"name":"Foro de Educacion","volume":" ","pages":""},"PeriodicalIF":0.5000,"publicationDate":"2021-12-28","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"1","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Foro de Educacion","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.14516/fde.784","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"Q4","JCRName":"EDUCATION & EDUCATIONAL RESEARCH","Score":null,"Total":0}
引用次数: 1
Abstract
Cada día resulta más evidente que los problemas ortográficos se han instalado en la Universidad y que el alumnado que cursa estudios superiores muestra poco interés en paliarlos y mucho menos en erradicarlos. Todos sus escritos académicos (exámenes, trabajos, correos electrónicos, foros o mensajes a través de plataformas virtuales, etc.) están repletos de faltas. Cuando los estudios universitarios que se realizan conducen al ejercicio profesional de la docencia (infantil, primaria o secundaria) el problema es más grave, porque, si falla el referente, está en riesgo el nivel de exigencia que se le podrá pedir a niños y jóvenes. Esta evidencia no está asociada a ámbitos geográficos concretos o campus universitarios determinados, sino que constituye una característica, negativa eso sí, del universitario del segundo milenio. Un estudio comparativo llevado a cabo en tres contextos tan distintos, como las Universidades de Málaga, Extremadura y Valladolid entre el alumnado de segundo curso del Grado de Educación Primaria en las respectivas Facultades de Educación, confirman errores ortográficos parecidos, repetidos y muy abundantes, que constatan también un escaso nivel de vocabulario. Los errores de acentuación, el empleo de H-, las confusiones entre S/X o Y/LL o las dificultades ortográficas, propias de niveles primarios, caracterizan el perfil ortográfico del alumnado universitario, consecuencia más de su falta de atención e interés, que del desconocimiento de la norma gramatical. Por su parte, el profesorado universitario asiste atónito a esta realidad. La reflexión y el análisis de los errores cometidos entre el propio alumnado pueden contribuir a su disminución.