Nelson Iván Gamba-Pérez, O. Sáenz-Morales, C. Calderón-Franco, Luisa Cristina Sánchez, Mariana Rubio-Romero
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Abstract
Contexto: la anticoagulación en pacientes con enfermedad renal crónica es un reto terapéutico debido a que la evidencia médica es escasa y los beneficios son discutibles, además, el riesgo de sangrado en estos pacientes es mayor. Objetivo: describir los pacientes con enfermedad renal G4-5 que recibieron terapia anticoagulante oral durante por lo menos tres meses en la Subred Centro Oriente de Bogotá. Metodología: estudio analítico de pacientes con enfermedad renal crónica G4-5 en un hospital de referencia entre enero del 2018 y diciembre del 2021, en el cual se analizaron variables sociodemográficas, clínicas y se realizó una regresión logística sobre los anticoagulantes y la frecuencia de eventos (hemorrágicos o embólicos). Resultados: se evaluó a 75 pacientes con diagnóstico de enfermedad renal crónica G4-5 anticoagulados, donde el anticoagulante más usado fue warfarina (76?%), seguido de apixabán (16?%) y rivaroxabán (8?%). El sangrado mayor se presentó con warfarina (8,47?%), apixabán (10%) y rivaroxabán (16,6?%). No se encontraron diferencias significativas entre el sangrado mayor con warfarina (OR: 2,8; IC 95?%: 0,46-16,9; p = 0,262) y rivaroxabán (OR: 1,86; IC 95?%: 0,18-18,7; p = 0,596), además, el sangrado no mayor y clínicamente relevante fue del 28,9?% con warfarina. Solo se presentó una complicación trombótica en un paciente que recibió rivaroxabán. Conclusiones: en los pacientes con enfermedad renal G4-5 que recibieron warfarina y los anticoagulantes orales directos no se encontraron diferencias significativas en cuanto a la presentación de sangrado mayor y no mayor, clínicamente relevantes.