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Abstract
Introducción: El estudio de los insectos suscitó el interés de los naturalistas que exploraron Costa Rica desde el siglo XIX, lo cual obedeció a iniciativas personales, y no a un esfuerzo estatal para promover la investigación sistemática de la entomofauna del país, y así continuó por más de un siglo. Objetivo: Ofrecer una panorámica del desarrollo de la entomología, desde la época republicana hasta la fundación del Museo de Insectos en la Universidad de Costa Rica (UCR). Métodos: Para reconstruir este proceso, se recurrió especialmente a los archivos y bases de datos de museos y bibliotecas, tanto nacionales como extranjeras. Resultados: El primero en estudiar los insectos de Costa Rica fue el naturalista alemán Karl Hoffmann, a partir de 1854, pero murió joven. Fue secundado por el suizo Paul Biolley en 1886, quien a su vez formó a José Fidel Tristán como el primer entomólogo costarricense, al tiempo que los ingleses Osbert Salvin y Frederick D. Godman impulsaban Biologia Centrali-Americana, monumental obra de carácter ístmico. Temprano en el siglo XX llegaron varios estadounidenses, entre quienes destacaron William M. Schaus y los esposos Philip y Amelia Calvert. Posteriormente, al fomentarse el desarrollo agropecuario del país, en el decenio de 1930, se impulsó la enseñanza de la entomología aplicada, para lo cual, en diferentes momentos, fueron contratados el estadounidense Charles Ballou y los alemanes Fernando Nevermann y Alexander Bierig. Finalmente, en 1959 la UCR reclutó desde EE. UU. al costarricense Álvaro Wille, quien en 1962 fundó el Museo de Insectos. Conclusiones: En un intervalo de 110 años se vivió un proceso lento, desarticulado y hasta azaroso en el desarrollo de la entomología en el país, el cual culminó en 1962 con el inicio de la institucionalización de esta disciplina, hasta convertirse en un componente de la vida cotidiana nacional.