{"title":"Distanciamiento afectivo. Escenas y escenarios del arte contemporáneo","authors":"Arturo Díaz Sandoval","doi":"10.46652/rgn.v8i38.1148","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El presente trabajo tiene como propósito plantear el problema del drama aristotélico, cuya tradición se ha extendido al fenómeno de la representación política y su consecuente dominio sobre los afectos. Por el contrario, el teatro que apela a la tradición de la communitas requiere del ejercicio del distanciamiento afectivo con el propósito de propiciar la participación crítica entre los espectadores y el actor. Se exponen dos prácticas escénicas para dar muestra de esta distinción y se coloca la reflexión en el contexto político reciente, con el que se muestran las consecuencias negativas de los mecanismos de representación y su manipulación afectiva de la modernidad capitalista en el territorio latinoamericano. Por una parte, se expone la crítica a la puesta en escena de la obra Tártaro. Réquiem de cuerpo presente por el niño que aprendió a matar del joven autor mexicano Sergio López Vigueras, como representativa de ese teatro afincado en su tradición hegemónica, mismo que, a decir de Brecht, si bien se circunscribe dentro de un fenómeno social válido en una época pasada, sin embargo, se convierte en la actualidad en un obstáculo para la función social de las artes representativa que se han apoderado de la afectividad del público para su manipulación mediática. En otro sentido, como una vía para mostrar la urgencia del distanciamiento afectivo, se aborda la pieza escénica Pandemonium, la tregua del caos, de la artista joven Michelle Solano, quien afianza su trabajo como representativa de las personas que tienen como bagaje cultural las ruinas de un Estado sometido a las leyes del narco y de las violencias sistémicas, y a quienes se ofrenda un duelo poético compasivo, con el que se logra componer un concierto a la manera política de la compositora de canción de protesta, la tamaulipeca Judith Reyes, en un afán de hacer del escenario un espacio donde se entregue un mensaje y se recoja el sentir y los problemas de los asistentes.","PeriodicalId":510694,"journal":{"name":"Religación","volume":"11 2","pages":""},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-12-28","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Religación","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.46652/rgn.v8i38.1148","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
引用次数: 0
Abstract
El presente trabajo tiene como propósito plantear el problema del drama aristotélico, cuya tradición se ha extendido al fenómeno de la representación política y su consecuente dominio sobre los afectos. Por el contrario, el teatro que apela a la tradición de la communitas requiere del ejercicio del distanciamiento afectivo con el propósito de propiciar la participación crítica entre los espectadores y el actor. Se exponen dos prácticas escénicas para dar muestra de esta distinción y se coloca la reflexión en el contexto político reciente, con el que se muestran las consecuencias negativas de los mecanismos de representación y su manipulación afectiva de la modernidad capitalista en el territorio latinoamericano. Por una parte, se expone la crítica a la puesta en escena de la obra Tártaro. Réquiem de cuerpo presente por el niño que aprendió a matar del joven autor mexicano Sergio López Vigueras, como representativa de ese teatro afincado en su tradición hegemónica, mismo que, a decir de Brecht, si bien se circunscribe dentro de un fenómeno social válido en una época pasada, sin embargo, se convierte en la actualidad en un obstáculo para la función social de las artes representativa que se han apoderado de la afectividad del público para su manipulación mediática. En otro sentido, como una vía para mostrar la urgencia del distanciamiento afectivo, se aborda la pieza escénica Pandemonium, la tregua del caos, de la artista joven Michelle Solano, quien afianza su trabajo como representativa de las personas que tienen como bagaje cultural las ruinas de un Estado sometido a las leyes del narco y de las violencias sistémicas, y a quienes se ofrenda un duelo poético compasivo, con el que se logra componer un concierto a la manera política de la compositora de canción de protesta, la tamaulipeca Judith Reyes, en un afán de hacer del escenario un espacio donde se entregue un mensaje y se recoja el sentir y los problemas de los asistentes.
本文旨在提出亚里士多德戏剧的问题,亚里士多德戏剧的传统已延伸至政治表述现象及其随之而来的对情感的支配。相反,诉诸 "共同体"(communitas)传统的戏剧需要在情感上保持距离,以鼓励观众和演员之间的批判性参与。为了证明这一区别,我们介绍了两种舞台实践,并将反思置于近期的政治背景下,展示了拉丁美洲资本主义现代性的表现机制及其情感操纵所带来的负面影响。一方面,对戏剧《Tártaro.墨西哥青年作家塞尔希奥-洛佩斯-维格拉斯(Sergio López Vigueras)的戏剧《Tártaro.Réquiem de cuerpo presente por el niño que aprendió a matar》是植根于霸权传统的戏剧的代表,根据布莱希特的观点,虽然它被限定在过去时代有效的社会现象中,但在今天却成为代表艺术社会功能的障碍,代表艺术已经占据了公众的情感以进行媒体操纵。年轻艺术家米歇尔-索拉诺(Michelle Solano)的行为作品《Pandemonium, la tregua del caos》从另一个意义上表明了情感疏远的紧迫性,她的作品代表了那些文化包袱是受制于缉毒法律和系统性暴力的国家废墟的人们、在这场音乐会中,以抗议歌曲作曲家、出生于塔毛利帕斯州的朱迪斯-雷耶斯(Judith Reyes)的政治方式,努力使舞台成为传递信息、收集观众感受和问题的空间。