{"title":"Percepción de los padres frente a la posibilidad de que sus hijos puedan desarrollar un trastorno de conducta alimentaria (oral)","authors":"Belén García Barnusell, Javier Clement Botella","doi":"10.55783/rcmf.16e1037","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"OBJETIVOS Evaluar si los padres/madres detectan en sus hijos/hijas la posibilidad de desarrollar un trastorno de conducta alimentaria (TCA) de manera precoz. MATERIAL Y MÉTODOS Se trata de un estudio observacional, descriptivo y transversal, realizado entre 2021 y 2022, en el que se han seleccionado adolescentes y preadolescentes de una provincia con edades de entre 10 y 13 años (ambos inclusive) y en el que ha participado un tutor legal (sin atender al sexo) por cada paciente. Se emplearon los siguientes cuestionarios de cribado de TCA: SCOFF, EAT-26 y CIMEC-40 para población infantil, y el cuestionario de observación de conducta anoréxica para progenitores (ABOS). Se excluyeron a pacientes con TCA ya diagnosticado y a quienes no aceptaron participar. RESULTADOS Se incluyeron 138 progenitores (uno por cada paciente incluido en el estudio), con una edad media de 45,07 ± 5,03 años y el índice de masa corporal (IMC) medio de 23,94 ± 3,69 kg/m2. Ninguno de los progenitores reconoció diagnóstico previo de TCA en sus hijas/hijos. El 8% de los padres/madres presentó un resultado positivo para el cuestionario ABOS, siendo un único padre el que tuvo resultado positivo y su hijo negativo. De los 45 niños que tuvieron SCOFF positivo, el 17,8% también presentó ABOS positivo. De los 17 niños que tuvieron EAT-26 positivo, el 29,4% presentó ABOS positivo. De los 26 niños que presentó CIMEC-40 positivo, el 23,1% tuvo ABOS positivo. Finalmente, cabe señalar que el 81,8% de progenitores tuvo un resultado negativo en el grupo de niños con al menos un test positivo. CONCLUSIONES La utilización del cuestionario ABOS permite la detección de TCA por parte de padres en sus hijos, sin embargo, se considera necesario hacer pruebas de significación estadística para valorar su eficacia a la hora de detección de los mismos. CEI Aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica del Área de Salud de Cuenca, sin apreciar conflictos de intereses (REG:2021/ PI3021), con informe favorable a día 15 de diciembre de 2021.","PeriodicalId":31447,"journal":{"name":"Revista Clinica de Medicina de Familia","volume":null,"pages":null},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-09-15","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Revista Clinica de Medicina de Familia","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.55783/rcmf.16e1037","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
OBJETIVOS Evaluar si los padres/madres detectan en sus hijos/hijas la posibilidad de desarrollar un trastorno de conducta alimentaria (TCA) de manera precoz. MATERIAL Y MÉTODOS Se trata de un estudio observacional, descriptivo y transversal, realizado entre 2021 y 2022, en el que se han seleccionado adolescentes y preadolescentes de una provincia con edades de entre 10 y 13 años (ambos inclusive) y en el que ha participado un tutor legal (sin atender al sexo) por cada paciente. Se emplearon los siguientes cuestionarios de cribado de TCA: SCOFF, EAT-26 y CIMEC-40 para población infantil, y el cuestionario de observación de conducta anoréxica para progenitores (ABOS). Se excluyeron a pacientes con TCA ya diagnosticado y a quienes no aceptaron participar. RESULTADOS Se incluyeron 138 progenitores (uno por cada paciente incluido en el estudio), con una edad media de 45,07 ± 5,03 años y el índice de masa corporal (IMC) medio de 23,94 ± 3,69 kg/m2. Ninguno de los progenitores reconoció diagnóstico previo de TCA en sus hijas/hijos. El 8% de los padres/madres presentó un resultado positivo para el cuestionario ABOS, siendo un único padre el que tuvo resultado positivo y su hijo negativo. De los 45 niños que tuvieron SCOFF positivo, el 17,8% también presentó ABOS positivo. De los 17 niños que tuvieron EAT-26 positivo, el 29,4% presentó ABOS positivo. De los 26 niños que presentó CIMEC-40 positivo, el 23,1% tuvo ABOS positivo. Finalmente, cabe señalar que el 81,8% de progenitores tuvo un resultado negativo en el grupo de niños con al menos un test positivo. CONCLUSIONES La utilización del cuestionario ABOS permite la detección de TCA por parte de padres en sus hijos, sin embargo, se considera necesario hacer pruebas de significación estadística para valorar su eficacia a la hora de detección de los mismos. CEI Aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica del Área de Salud de Cuenca, sin apreciar conflictos de intereses (REG:2021/ PI3021), con informe favorable a día 15 de diciembre de 2021.