{"title":"¿Un Sínodo para la sinodalidad?","authors":"José Javier Ramos Ordóñez","doi":"10.48102/ribet.18.35.2022.114","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"El objetivo de este artículo es subrayar tres principios teológicos sobre los cuales es necesario trabajar si queremos adentrarnos en un auténtico camino sinodal: 1) libertad teológica, para el Pueblo de Dios, no solo para el teólogo de oficio; 2) redistribución del poder, fundamentado en la resurrección de Jesucristo, que revitaliza y posibilita relaciones nuevas dentro de la comunidad, y 3) escucha del Espíritu que pide el fatigoso discernimiento entre la memoria evangélica y la novedad escatológica de los signos de los tiempos. El solo sínodo de los obispos no es la sinodalidad; la sinodalidad es la dinámica procesual de ser Iglesia. Si el Espíritu de Dios pide a la Iglesia del tercer milenio vivir la sinodalidad, significa que debemos comenzar a pensarla y a crearla; sin caer en la tentación de actuar como si ya supiéramos de antemano cómo y a dónde nos llevará el dynamis de Dios.","PeriodicalId":150984,"journal":{"name":"Revista Iberoamericana de Teología","volume":null,"pages":null},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2022-07-04","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Revista Iberoamericana de Teología","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.48102/ribet.18.35.2022.114","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
引用次数: 0
Abstract
El objetivo de este artículo es subrayar tres principios teológicos sobre los cuales es necesario trabajar si queremos adentrarnos en un auténtico camino sinodal: 1) libertad teológica, para el Pueblo de Dios, no solo para el teólogo de oficio; 2) redistribución del poder, fundamentado en la resurrección de Jesucristo, que revitaliza y posibilita relaciones nuevas dentro de la comunidad, y 3) escucha del Espíritu que pide el fatigoso discernimiento entre la memoria evangélica y la novedad escatológica de los signos de los tiempos. El solo sínodo de los obispos no es la sinodalidad; la sinodalidad es la dinámica procesual de ser Iglesia. Si el Espíritu de Dios pide a la Iglesia del tercer milenio vivir la sinodalidad, significa que debemos comenzar a pensarla y a crearla; sin caer en la tentación de actuar como si ya supiéramos de antemano cómo y a dónde nos llevará el dynamis de Dios.