{"title":"Geografía, Estado y gran estrategia: una relación indisoluble","authors":"Carlos Enrique Álvarez Calderón, Yesid Eduardo Ramírez Pedraza, Genaro Castaño Cañón","doi":"10.21830/9789585692862.02","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"En la actualidad, prácticamente todos los residentes de la Tierra serían sujetos de un Estado soberano, ya que al nacer se les suscribiría como ciudadanos del Estado donde tuviera lugar su nacimiento o donde residieran (a menos que uno o ambos padres sean ciudadanos de otro Estado). Al ser ciudadano, el individuo estaría sujeto, en adelante, a las leyes de dicho Estado. Pasar de ser un sujeto de un Estado a otro sería posible, al cambiar, por ejemplo, la ciudadanía, aunque negarse a ser ciudadano de cualquier Estado no sería una opción disponible para la mayoría de los seres humanos (existirían algunos “apátridas”,1 la mayoría de ellos refugiados de un Estado que no han recibido la ciudadanía por otro). Los Estados serían organismos territoriales soberanos cuya existencia sería reconocida por otros Estados y su autonomía, dentro de unos límites territoriales definidos, sería generalmente respetada. No obstante, en ocasiones la soberanía sería disputada, como sucedería en los conflictos fronterizos entre Estados vecinos, y también podría ser violada, como ocurriría con relativa frecuencia en América Latina, cuando organismos de seguridad de un Estado violan el espacio marítimo, terrestre o aéreo de un Estado vecino. Dentro de cada Estado, la soberanía misma sería manejada por un organismo competente reconocido, que en la mayoría de los Estados contemporáneos estaría bajo la responsabilidad de las ramas ejecutiva","PeriodicalId":318190,"journal":{"name":"La “Gran Estrategia”: instrumento para una política integral en seguridad y defensa","volume":"9 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2019-10-18","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"3","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"La “Gran Estrategia”: instrumento para una política integral en seguridad y defensa","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.21830/9789585692862.02","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
En la actualidad, prácticamente todos los residentes de la Tierra serían sujetos de un Estado soberano, ya que al nacer se les suscribiría como ciudadanos del Estado donde tuviera lugar su nacimiento o donde residieran (a menos que uno o ambos padres sean ciudadanos de otro Estado). Al ser ciudadano, el individuo estaría sujeto, en adelante, a las leyes de dicho Estado. Pasar de ser un sujeto de un Estado a otro sería posible, al cambiar, por ejemplo, la ciudadanía, aunque negarse a ser ciudadano de cualquier Estado no sería una opción disponible para la mayoría de los seres humanos (existirían algunos “apátridas”,1 la mayoría de ellos refugiados de un Estado que no han recibido la ciudadanía por otro). Los Estados serían organismos territoriales soberanos cuya existencia sería reconocida por otros Estados y su autonomía, dentro de unos límites territoriales definidos, sería generalmente respetada. No obstante, en ocasiones la soberanía sería disputada, como sucedería en los conflictos fronterizos entre Estados vecinos, y también podría ser violada, como ocurriría con relativa frecuencia en América Latina, cuando organismos de seguridad de un Estado violan el espacio marítimo, terrestre o aéreo de un Estado vecino. Dentro de cada Estado, la soberanía misma sería manejada por un organismo competente reconocido, que en la mayoría de los Estados contemporáneos estaría bajo la responsabilidad de las ramas ejecutiva