{"title":"Víctor Huerta Jouvin y las mujeres: reinventando la masculinidad en Guayaquil","authors":"Carolina Páez V.","doi":"10.26807/ant.vi27.312","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"Conocí a Víctor Huerta Jouvin a inicios de 2022 cuando recibí una invitación de Facebook de su parte. Junto a su Community Manager tenía la misión de ampliar su base de contactos con perfiles que pudieran leer su libro testimonial „Señuelo 17. Extorsión y secuestro“. Además de la invitación a Facebook, socializaban actividades relacionadas a su activismo: presentaciones, talleres, conversatorios que tenían por finalidad sensibilizar a la población en temas de violencia, promoviendo un espíritu de superación y unidad frente a la adversidad. El libro, la versión audiolibro, noticias y reportajes eran también enviados vía Messenger1. Decidí escuchar el audiolibro. En este, narra los privilegios de clase con los que nació a mediados de los años setenta en Guayaquil, su forma de relacionamiento con las mujeres a lo largo de su vida, la negociación durante la extorsión, cómo fue secuestrado, los días en cautiverio, la liberación y los meses de recuperación a principios del 2020. Tal vez por la densidad de lo narrado o el lenguaje coloquial que utilizaba el autor, varios pasajes me chocaban al mismo tiempo que despertaban cierta simpatía por lo experimentado. Esta ambivalencia me acompañó a lo largo de la escucha. En mi posicionamiento como feminista, me incomodaban sus afirmaciones acerca de los logros legales del movimiento de mujeres en Ecuador. Su presentación como machista y mujeriego despertaba una serie de reacciones y molestias; a su vez, su forma de expresarse cuestionaba mi imaginario sobre las élites. Al reflexionar acerca de estas molestias y cuestionamientos, comencé a preguntarme por las formas en las que la clase, el género y la sexualidad encarnaban, se desplegaban y negociaban tanto en la configuración de una suerte de masculinidad elitista “no hegemónica” previa a la experiencia de extorsión y secuestro -que en adelante denominaremos “el suceso”-, se entretejían con el suceso, y se negociaban en el proyecto posterior que vinculaba la autoría y el activismo, evidenciando una suerte de desclasamiento pero que sin embargo se construía sobre el capital social y de género de las prebendas masculinas de las élites. Recuerdo haberle escrito que el audiolibro había generado muchas preguntas. Unos meses más tarde recibí una comunicación de su parte en la que me contaba con más detalle sus actividades y experiencia, proponiéndome la posibilidad de realizar un estudio antropológico sobre su caso y una charla en la universidad en la que me desempeño como docente. Le expliqué que un estudio antropológico puede tener la finalidad de comprender los procesos sociales y la dimensión simbólica de los mismos y que mi línea de trabajo se enfocaba","PeriodicalId":168266,"journal":{"name":"Antropología Cuadernos de investigación","volume":"24 1","pages":"0"},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2023-03-07","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Antropología Cuadernos de investigación","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.26807/ant.vi27.312","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
Conocí a Víctor Huerta Jouvin a inicios de 2022 cuando recibí una invitación de Facebook de su parte. Junto a su Community Manager tenía la misión de ampliar su base de contactos con perfiles que pudieran leer su libro testimonial „Señuelo 17. Extorsión y secuestro“. Además de la invitación a Facebook, socializaban actividades relacionadas a su activismo: presentaciones, talleres, conversatorios que tenían por finalidad sensibilizar a la población en temas de violencia, promoviendo un espíritu de superación y unidad frente a la adversidad. El libro, la versión audiolibro, noticias y reportajes eran también enviados vía Messenger1. Decidí escuchar el audiolibro. En este, narra los privilegios de clase con los que nació a mediados de los años setenta en Guayaquil, su forma de relacionamiento con las mujeres a lo largo de su vida, la negociación durante la extorsión, cómo fue secuestrado, los días en cautiverio, la liberación y los meses de recuperación a principios del 2020. Tal vez por la densidad de lo narrado o el lenguaje coloquial que utilizaba el autor, varios pasajes me chocaban al mismo tiempo que despertaban cierta simpatía por lo experimentado. Esta ambivalencia me acompañó a lo largo de la escucha. En mi posicionamiento como feminista, me incomodaban sus afirmaciones acerca de los logros legales del movimiento de mujeres en Ecuador. Su presentación como machista y mujeriego despertaba una serie de reacciones y molestias; a su vez, su forma de expresarse cuestionaba mi imaginario sobre las élites. Al reflexionar acerca de estas molestias y cuestionamientos, comencé a preguntarme por las formas en las que la clase, el género y la sexualidad encarnaban, se desplegaban y negociaban tanto en la configuración de una suerte de masculinidad elitista “no hegemónica” previa a la experiencia de extorsión y secuestro -que en adelante denominaremos “el suceso”-, se entretejían con el suceso, y se negociaban en el proyecto posterior que vinculaba la autoría y el activismo, evidenciando una suerte de desclasamiento pero que sin embargo se construía sobre el capital social y de género de las prebendas masculinas de las élites. Recuerdo haberle escrito que el audiolibro había generado muchas preguntas. Unos meses más tarde recibí una comunicación de su parte en la que me contaba con más detalle sus actividades y experiencia, proponiéndome la posibilidad de realizar un estudio antropológico sobre su caso y una charla en la universidad en la que me desempeño como docente. Le expliqué que un estudio antropológico puede tener la finalidad de comprender los procesos sociales y la dimensión simbólica de los mismos y que mi línea de trabajo se enfocaba