{"title":"Touki Bouki: (des)encuadres políticos de la diáspora estética","authors":"Marina Riera Retamero","doi":"10.4995/cep4.2019.10292","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"La presente comunicación propone un acercamiento al filme Touki Bouki (1973) del director senegalés Djibril Diop Mambety, utilizando las siguientes figuras sensibles de la filosofía de Jacques Rancière como prisma epistémico: la fiction documentaire (Rancière, 2001); le régimen esthétique de l’art (Ibíd., 2011); la police, la politique et le politique (Ibíd., 2003). Así, esta investigación se propone explorar las temporalidades de una ficción documental (Rancière, 2001), que resalta una ambivalencia contrariada entre; por un lado, imágenes representacionales de un contexto post-Independencia o postcolonial (Césaire, 1950) en la ciudad de Dakar (Senegal); y por otro, la proclamación de una traslación de los espacios de la diáspora (Lao-Montes, 2007) hacia una «diaspora estética» (Peffer, 2013); a través de una puesta en escena que reensambla los recursos tácitos propios de las Nouvelle Vague con un dispositivo político y social de visibilidad (Rancière, 2001) que se sabe capaz de suspender la lógica historiográfica de la subalternidad colonial (Spivak, 1985). Asimismo, pensar el filme como una propuesta de desplazamiento hacia los márgenes «pasivos» del activismo político (Rancière, 2010). Un desplazamiento hacia prácticas no-discursivas, sino estéticas. Ya no son las imágenes documentales que pretenden dotar de «mayor realidad» (Sontag, 2003) a una situación determinada, propias de la militancia del Tercer Cine (Getino & Solanas, 1969); sino, por el contrario, la correspondencia entre formas de identificación estéticas capaces de desactivar los dispositivos policiales (Rancière, 2003) y coloniales de las retóricas amo-esclavo (Han, 2005) / opresor-oprimido (Freire, 1968). Aquí, una consecución visual que oscila entre la acción política determinante y verosímil; y la vida sin razón, propia del arte estético (Rancière, 2001), que identifica formas emancipatorias basadas en la libertad del “no saber” (Mambety, 1999).","PeriodicalId":143738,"journal":{"name":"Libro de actas. IV Congreso Internacional Estética y Política: Poéticas del desacuerdo para una democracia plural","volume":null,"pages":null},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2019-10-30","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Libro de actas. IV Congreso Internacional Estética y Política: Poéticas del desacuerdo para una democracia plural","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.4995/cep4.2019.10292","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
La presente comunicación propone un acercamiento al filme Touki Bouki (1973) del director senegalés Djibril Diop Mambety, utilizando las siguientes figuras sensibles de la filosofía de Jacques Rancière como prisma epistémico: la fiction documentaire (Rancière, 2001); le régimen esthétique de l’art (Ibíd., 2011); la police, la politique et le politique (Ibíd., 2003). Así, esta investigación se propone explorar las temporalidades de una ficción documental (Rancière, 2001), que resalta una ambivalencia contrariada entre; por un lado, imágenes representacionales de un contexto post-Independencia o postcolonial (Césaire, 1950) en la ciudad de Dakar (Senegal); y por otro, la proclamación de una traslación de los espacios de la diáspora (Lao-Montes, 2007) hacia una «diaspora estética» (Peffer, 2013); a través de una puesta en escena que reensambla los recursos tácitos propios de las Nouvelle Vague con un dispositivo político y social de visibilidad (Rancière, 2001) que se sabe capaz de suspender la lógica historiográfica de la subalternidad colonial (Spivak, 1985). Asimismo, pensar el filme como una propuesta de desplazamiento hacia los márgenes «pasivos» del activismo político (Rancière, 2010). Un desplazamiento hacia prácticas no-discursivas, sino estéticas. Ya no son las imágenes documentales que pretenden dotar de «mayor realidad» (Sontag, 2003) a una situación determinada, propias de la militancia del Tercer Cine (Getino & Solanas, 1969); sino, por el contrario, la correspondencia entre formas de identificación estéticas capaces de desactivar los dispositivos policiales (Rancière, 2003) y coloniales de las retóricas amo-esclavo (Han, 2005) / opresor-oprimido (Freire, 1968). Aquí, una consecución visual que oscila entre la acción política determinante y verosímil; y la vida sin razón, propia del arte estético (Rancière, 2001), que identifica formas emancipatorias basadas en la libertad del “no saber” (Mambety, 1999).