La política insaculadora de Carlos III, el archiduque, en Cataluña (1705-1711)

A principios de 1707 la ciudad de Manresa protestaba a Carlos III, el archiduque, porque había mandado insacular en la ciudad a personas que no tenían las cualidades requeridas por las constituciones municipales. Siguiendo el parecer de la Real Audiencia, el monarca reconocía su error y aceptaba las indicaciones del municipio sobre las listas, reservándose únicamente «la facultad de insacular en los lugares que vacan por falta de sujetos que tengan las calidades, dándoles permisos que desde ahora procediesen a la extracción de consellers y otros oficios». Este episodio muestra que la capacidad que tenía de manipular los nombramientos de la primera insaculación de los municipios catalanes no era absoluta, pues estaba limitadas por las normativas municipales. Esto, a la vez, parece cuestionar la visión tradicional que se ha tenido sobre la política municipal que llevó a cabo Carlos III durante los años de su reinado en Cataluña. Josep M. Torras Ribé consideraba que, a pesar de la falta de estudios, los datos recogidos parecían mostrar la existencia de una «decidida política intervencionista» del monarca austríaco en las insaculaciones municipales catalanas. El objetivo de este trabajo es avanzar en la línea de trabajo planteada por Torras Ribé: aportar nuevos datos sobre la política insaculatoria de Carlos III el archiduque en Cataluña para conocer mejor su alcance, su funcionamiento y algunas particularidades. Ello es posible a partir de la documentación conservada en el Archivio di Stato de Nápoles y en el Archivo Histórico Nacional, poco trabajada hasta el momento y que proporcionan una luz nueva.