{"title":"contribución de los humanistas en la formación médica: Marañón, Ortega y Unamuno (Parte II)","authors":"Pablo González Blasco","doi":"10.30860/0108","DOIUrl":null,"url":null,"abstract":"En esta segunda parte, el autor reflexiona a la luz de los Humanistas (Marañón, Ortega y Unamuno) para esbozar las virtudes que el médico debe tratar de adquirir para construirse como profesional y esculpir la imagen del médico bien formado, del humanista, del artista científico. Así, se aborda el tema de la formación cultural, la prudencia y el sentido común, la sobriedad, sencillez y solidaridad. La necesidad de comprender al otro, escucharle, así como la dedicación, que se traduce en trabajo abnegado, configuran la conciencia de misión. Parte integrante de la construcción de la personalidad es la forja del carácter, el entusiasmo que se demuestra en la convicción profesional, así como la exigencia ética, el deber que libremente nos imponemos. En la parte final, se aborda el papel de la Academia en la Formación Médica a la luz de una conferencia de Ortega hace 100 años: ¿Cuál es la misión de la Universidad? ¿Cuál debería ser la esencia de la educación que allí se ofrece? La misión de la Universidad es formar profesionales capaces de sobrevivir en el mundo, y corresponder a la responsabilidad que de ellos se espera. Por tanto, es necesario pensar en dónde y cómo invertir el tiempo disponible, para enseñar lo que un médico no puede dejar de saber. En definitiva, un problema de gestión racional de los recursos para aprovechar el escaso tiempo de que se dispone para formar un médico en la Universidad.","PeriodicalId":103134,"journal":{"name":"Folia Humanística","volume":"18 5","pages":""},"PeriodicalIF":0.0000,"publicationDate":"2024-07-22","publicationTypes":"Journal Article","fieldsOfStudy":null,"isOpenAccess":false,"openAccessPdf":"","citationCount":"0","resultStr":null,"platform":"Semanticscholar","paperid":null,"PeriodicalName":"Folia Humanística","FirstCategoryId":"1085","ListUrlMain":"https://doi.org/10.30860/0108","RegionNum":0,"RegionCategory":null,"ArticlePicture":[],"TitleCN":null,"AbstractTextCN":null,"PMCID":null,"EPubDate":"","PubModel":"","JCR":"","JCRName":"","Score":null,"Total":0}
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Abstract
En esta segunda parte, el autor reflexiona a la luz de los Humanistas (Marañón, Ortega y Unamuno) para esbozar las virtudes que el médico debe tratar de adquirir para construirse como profesional y esculpir la imagen del médico bien formado, del humanista, del artista científico. Así, se aborda el tema de la formación cultural, la prudencia y el sentido común, la sobriedad, sencillez y solidaridad. La necesidad de comprender al otro, escucharle, así como la dedicación, que se traduce en trabajo abnegado, configuran la conciencia de misión. Parte integrante de la construcción de la personalidad es la forja del carácter, el entusiasmo que se demuestra en la convicción profesional, así como la exigencia ética, el deber que libremente nos imponemos. En la parte final, se aborda el papel de la Academia en la Formación Médica a la luz de una conferencia de Ortega hace 100 años: ¿Cuál es la misión de la Universidad? ¿Cuál debería ser la esencia de la educación que allí se ofrece? La misión de la Universidad es formar profesionales capaces de sobrevivir en el mundo, y corresponder a la responsabilidad que de ellos se espera. Por tanto, es necesario pensar en dónde y cómo invertir el tiempo disponible, para enseñar lo que un médico no puede dejar de saber. En definitiva, un problema de gestión racional de los recursos para aprovechar el escaso tiempo de que se dispone para formar un médico en la Universidad.